El museo es un canal de desarrollo de jóvenes artistas y fuente de consulta para estudiantes de diferentes centros del país

El museo Cándido Bidó es un templo de las artes plásticas gestado por este prominente maestro, que además de albergar en sus salas obras de renombrados artistas nacionales e internacionales, mantiene vivo el legado y mística de trabajo de su fundador, siendo canal de desarrollo de noveles artistas y fuente de consulta para estudiantes de diferentes centros del país. Regido por la Fundación Bonao para el Desarrollo Incorporada, entidad fundada también a iniciativas del maestro Bidó, el museo –que forma parte de la Plaza de la Cultura-, comienza su construcción en 1995 y concluye en el 2004 Es el primer museo privado de este tipo en el país.. “El museo era un gran anhelo de don Cándido, en principio tanto los miembros del consejo directivo como el pleno lo concebían como exclusivo de su obra, pero él en una actitud más desprendida exige que tuviera una visión más amplia y que no solo acogiera su obra, sino los principales maestros y artistas del país y luego tuvo la idea que también tuviera una sala de los maestros internacionales que lo acompañaron durante casi 50 años de ejercicio profesional”, precisa Julio Valentín, director del centro cultural.

La entidad tiene tres niveles donde acoge sus exposiciones, tanto permanentes como temporales, así como una bóveda subterránea donde se guardan las obras que no están en exhibición, y un área para el proceso de restauración y conservación de las obras de arte, donde son supervisadas para que no tengan ningún tipo de rasguño producto del tiempo o de los cambios climatológicos, de acuerdo con lo informado por Valentín. Además de la importante colección de obras de don Cándido Bidó y de una impresionante colección de artistas latinoamericanos de diferentes décadas, el museo también contempla una colección de arte de carácter arqueológico, de arte taíno, pequeños hallazgos que han encontrado en la comunidad que en su momento algunas personas habían coleccionado y la han donado al museo.

Propuesta expositiva

El primer nivel de la entidad está dedicado exclusivamente a las exposiciones de carácter temporal, y cuando no tiene exposiciones montadas, se exhibe parte de la colección permanente correspondiente a las obras ganadoras de la bienal de arte que realizan para jóvenes artistas. En tanto que en el segundo, detalla Valentín, tienen las obras de la colección permanente de maestros de la plástica dominicana, obras que han adquirido, otras que llegan por donación, así como las que pertenecían a la colección de don Cándido y que él donó en vida al museo. En ese mismo piso tienen una sala dedicada a las obras de los maestros latinoamericanos.

El tercer nivel está reservado para la colección permanente y retrospectiva del maestro Cándido Bidó con obras de los años 50, 80 hasta obras de las últimas que el maestro produjo antes de morir. Esta es una exposición que también rotan porque cuentan con una importante colección que les permite cada cierto tiempo sacar una colección de obras inéditas, tanto de dibujos como de pinturas, algunas impresiones tridimensionales de pinturas que el maestro realizó, unas modeladas en barro, algunas talladas en madera, como algunas impresiones mixtas.

“Ya en la pintura vamos a encontrar pinturas tan tradicionales de la época del 50 del maestro como “Entrar a la aldea”, una de las más antiguas, como algunas obras de la década del 70 donde vamos a ver un Cándido Bidó con una propuesta más plena. A principios de los 80 vamos a encontrar unas obras del maestro donde plantea una incidencia de collage donde comienza a introducir los grandes relieves de pintura hasta encontrar al Cándido Bidó de la década del 90 con una explosión de colores, y un gran laboratorio de la década del 2000 donde incursiona en la tridimensionalidad”, detalla con pasión el director del museo.

La entidad cuenta, además, con una Galería de Arte Joven dedicada a los jóvenes artistas que quizás todavía no tienen la trayectoria y el bagaje para aplicar para una exposición en el museo, no obstante, explica el director, el museo está abierto a recibir cualquier tipo de propuesta de artistas profesionales durante todo el año a sabiendas de que hay un orden en la medida de que van llegando y el espacio se va disponiendo.

Entidad que mantiene viva la mística de trabajo de Bidó
Para que la memoria histórica, plástica y estética del maestro Bidó se mantenga viva, la Fundación Bonao para el Desarrollo se ha encargado de trazar las políticas de difusión tanto de la memoria histórica como de la memoria artística del maestro a través de un archivo digital que contiene todo lo que han sido sus obras a través del tiempo, pero algunas que se les han escapado, que en su momento se vendieron y salieron hasta del país, hacemos contacto a través de las embajadas o de entidades culturales fuera, que les hacen llegar imágenes y se incorporan al archivo.

“También contamos con un departamento de Letras y de Historia que trabaja la parte histórica de la comunidad, y por supuesto la memoria de don Cándido no puede escapar a esta, o sea que tenemos una recopilación importante de lo que nuestros artistas jóvenes y no tan jóvenes vienen haciendo y eso es parte de esta recopilación de información que en un momento determinado se expone al público que viene buscando información sobre el acontecer histórico y artístico de la provincia”, expone el director.

La entidad contempla un programa de educación continua de apreciación de las bellas artes, específicamente de las artes visuales; así como una serie de talleres durante todo el año dirigidos no solamente a estudiantes sino al público en general interesado en apreciar y conocer sobre la cultura con aspectos formales de cómo decodificar y apreciar una obra de arte. También desarrolla actividades relacionadas a la música y el teatro.

Incentivo al arte

El museo Cándido Bidó realiza una bienal de arte, una convocatoria abierta a los artistas visuales de República Dominicana y a los extranjeros residentes legalmente en el país.
A raíz de la muerte de don Cándido, tuvo un receso porque en términos económicos resulta un tanto costoso para la entidad, ya que su costo oscila entre los cuatro millones de pesos, sin embargo, para finales de este año la entidad va a convocar a una nueva versión gracias al auspicio de entidades amigas que han mantenido un vínculo de amor con la institución y los apoyan para relanzar la bienal de arte.

Cada semana, el museo recibe la visita de cientos de personas procedentes de diferentes puntos del país, como estudiantes de diferentes instituciones educativas como escuelas, colegios y universidades, así como turistas y grupos familiares que deciden hacer turismo interno.

El museo posee una biblioteca donde los estudiantes de la comunidad tienen acceso a ella, no sólo para a consumir los libros sino que también pueden tomarlo prestados por un período específico, y con eso contribuyen a que las personas no solamente fomenten su hábito de lectura, sino que desarrollen su interés y amor por las artes.

Opera con precariedad

Este museo no escapa a la realidad que afecta a la mayoría de entidades culturales del país, por lo que opera con ciertas dificultades y necesita fondos para continuar su remozamiento, iniciado en el primer nivel.

Actualmente, según explicó el director, el museo necesita una mejor climatización, sobre todo de su segundo y tercer nivel, así como el aumento del presupuesto para sus gastos operacionales, porque la subvención que recibe del Estado se va prácticamente en los pagos nominales y los gastos operativos, por lo que hacen algunas actividades benéficas para subsidiar algunas de las actividades del museo.

“El museo actualmente no tiene ningún tipo de subvención fija y tiene que estar haciendo malabares para poder mantener las actividades que cotidianamente montamos y que si hablamos en términos macro te diría que son muchas, pero en términos específicos el museo necesita de una subvención para sus actividades cotidianas y la climatización de su segundo y tercer nivel fundamentalmente”, dijo Valentín.

Informó que el museo tuvo un deterioro de sus paneles internos y ya restauraron el primer nivel, ahora están comenzando con el segundo y para el tercero no tienen presupuesto, o sea que están requiriendo fondos para terminar el tercer y segundo nivel.
“Mantener este proyecto activo, vivo, es un esfuerzo colectivo, nuestros empleados ni siquiera ganan lo que deberían ganar, están aquí haciendo una labor altruista porque no tenemos el presupuesto para tener con holgura el pago”, asegura Valentín.

Función
Esta es una obra de amor, que Bidó, en el momento que la emprendió, no tenía la menor idea de su dimensión y el impacto en el desarrollo de la comunidad”.

Denuncia
Mantener este proyecto es un esfuerzo colectivo. Nuestros empleados ni siquiera ganan lo que deberían. Están aquí haciendo una labor altruista, porque no tenemos presupuesto parahonrar con holgura el pago”.

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