En los últimos años, el tema sobre la necesidad de renovación de los partidos políticos ha sido objeto de discusión en foros nacionales e internacionales y en los medios de comunicación en varios países de América y el mundo.

El electorado demanda, cada vez con más fuerza, espacios de participación política más democráticos y representativos, que respondan a las demandas sociales del siglo XXI.

En República Dominicana estamos viviendo un proceso de transformación de las agrupaciones políticas, que ajustan sus estructuras para responder a los mandatos de la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas, un proyecto que está en discusión en el Congreso Nacional y que obligaría a responder a sus disposiciones.

Los partidos deben responder a un esquema en el que la revisión de sus estructuras, la relación partido-sociedad y la rendición de cuentas se constituyan en tareas prioritarias, convirtiéndose en espacios más transparentes y creíbles; lo que requiere una campaña educativa que oriente a los miembros de los mismos y a la sociedad sobre los nuevos lineamientos a seguir ante los acelerados cambios que demandan las sociedades.

En torno a la educación política, el referido proyecto establece en su artículo 26 que “los partidos y agrupaciones políticas están en la obligación de contribuir a la formación política y al adiestramiento técnico de todos los ciudadanos en los asuntos de Estado, a la instrucción de sus miembros en la ideología partidaria y a la difusión de los valores cívicos y patrióticos, de los derechos humanos, las libertades públicas, la paz, el medio ambiente y la democracia”. Además que “el propósito fundamental de la educación política es formar ciudadanos con profunda vocación de servicio al país, dotados de la necesaria competencia y convicción democrática para el desempeño de las funciones públicas”.

Mientras que en el artículo 28 señala que “son funciones de los sistemas de educación política, entre otros, formar y educar políticamente a los miembros de sus respectivos partidos y agrupaciones políticas y a la ciudadanía, en general, cooperar en la formación de la conciencia ciudadana, educar e incentivar a los ciudadanos a que participen activamente en la vida política, y ayudar a los partidos y agrupaciones políticas a la modernización y adecuación de sus estructuras internas, a su institucionalización, a la adecuación de sus normas, y al incremento de la capacidad gerencial de las mismas”.

En el caso del PLD, la Secretaría de Formación Política ha trabajado para crear un sistema de educación política que permita a los miembros de la organización conocer las estructuras y funcionamiento y capacitarse en diferentes temas sociales, económicos y políticos de actualidad, de interés tanto en el ámbito nacional como internacional.

Hoy, cumpliendo con la Declaración de principios, los Estatutos, y los mandatos aprobados en el VIII Congreso Ordinario Comandante Norge Botello, el PLD deberá ofrecer a su militancia las herramientas formativas que le brinden la oportunidad de desarrollar un liderazgo transformador, comprometido con la modernidad y el progreso, y que posibiliten la conducción del pueblo dominicano a su desarrollo pleno como nación democrática, libre, solidaria, cohesionada, con sentido de equidad y justicia social, en coherencia con la teoría oficial del PLD, que es el boschismo.

El reto que tenemos por delante es el establecimiento de mecanismos para que estos programas de formación política impacten a los partidos políticos y a la ciudadanía en términos generales, para lograr que la gente confíe en los partidos y anhele participar en los mismos.

Eso será posible cuando los partidos políticos sean ejemplos de organizaciones democráticas y progresistas, acorde con los nuevos tiempos; ya que debemos predicar con el ejemplo, hasta conseguir que la actividad política sea bien valorada.

Como podemos apreciar, la renovación de los partidos políticos no depende de los rangos de edad de sus integrantes, si no en las capacidades, formación y competencias de sus miembros para responder a las demandas de la sociedad del siglo XXI y en su disposición para actuar siempre apegados a los principios, valores, actitudes y convicciones que asume la organización de la cual forman parte.

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas