Ejercitarse en el agua favorece la salud en general; especialmente, tonifica los músculos y mejora la capacidad pulmonar y la elasticidad

No es nada nuevo, pero sí de relativo reciente desarrollo. En la Grecia clásica ya se realizaban caminatas en el agua para fortalecer las piernas, pero, desde hace un tiempo, practicar deporte en la piscina o incluso en la playa, está de moda. Cabe destacar que antes, esta modalidad se empleó con bastante éxito en tratamientos de recuperación (fisioterapia) y en la preparación de deportistas de alto rendimiento.

Realizar ejercicios en el medio acuático permite mejorar todas las cualidades físicas (fuerza, resistencia, velocidad, flexibilidad, control del cuerpo), la coordinación, el equilibrio, el ritmo, la agilidad y, por si fuera poco, nos ayuda a relajarnos y reduce el nivel de estrés.

Esta técnica acuática permite ejercitar todos los músculos del cuerpo, porque al suspenderte en el agua y traccionar para desplazarte se pone en marcha toda la musculatura. El gasto calórico es también mayor en el agua.

Además, el deporte en el agua puede practicarse con cualquier edad y condición física, ya que en el agua el peso de del cuerpo disminuye y, con ello, se reduce el impacto que ciertos ejercicios pueden causar en las articulaciones (por ejemplo, en la gente con sobrepeso). También, y gracias a la resistencia del agua, en menos tiempo somos capaces de realizar más ejercicio, sin prácticamente riesgo de lesionarnos.

El agua también ofrece otras ventajas ya que, como el peso de todo el cuerpo es menor, la gente con problemas en la espalda ve favorecida su movilidad (además, ayuda a corregir su posición). También ayuda a liberar tensiones y proporciona un suave masaje que estimula la circulación sanguínea.

Igualmente, debido a que el agua disminuye los efectos de la gravedad, es capaz de mover el cuerpo con una gama más amplia de movimientos, lo que mejora la flexibilidad. Incluso, los pulmones se benefician del entrenamiento, debido a que la presión del agua hace que trabajen más duro de lo que lo harían en tierra.

Utilizado en zumba

La zumba, gimnasia que hace furor con sus coreografías con ritmos latinos, se puede practicar perfectamente en el agua. En el agua se alternan movimientos más amplios y lentos con otros más rápidos. Lógicamente, no es exactamente igual que el zumba original porque por la idiosincrasia del medio acuático los pasos de baile deben ser más sencillos de realizar y se tiene que hacer un menor número de pasos por sesión porque la ejecución del baile dentro del agua es más complicada que de forma común.
Calentamiento

Antes de sumergirse en el agua es importante hacer calentamiento. Se recomienda caminar un mínimo de cinco minutos para preparar el cuerpo y la musculatura y que se adapten al entorno. Si el agua está muy fría, no se aconseja para quienes sufren del corazón. En este caso deberán calentar la musculatura antes de sumergirse, para evitar el impacto del contraste de la temperatura. Lo ideal sería hacerlo en las piscinas termales, para ponerse en forma en el agua con plena seguridad. Al finalizar los ejercicios en el agua, es importante estirarse. La persona puede apoyarse en el borde de la piscina y estirarse todo lo que pueda.

Saber
El ejercicio en el agua aumenta la resistencia cardiovascular, la fuerza y la flexibilidad, ayuda a quemar grasa corporal, aumenta la circulación y podría ayudar a rehabilitar los músculos y las articulaciones en proceso de curación.

Importante
Investigaciones han demostrado que las personas que se ejercitan en el agua pueden quemar tanta grasa corporal y crear tanto músculo como aquellos que realizan programas de ejercicio en tierra.

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