Las obras de Marcos Guerra se encuentran en las colecciones privadas en muchas partes del mundo. Y es que este artista plástico dominicano ha exhibido en Alemania, Austria, Bélgica, Camboya, Colombia, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Finlandia, Grecia, Honduras, Italia, Luxemburgo, Reino Unido, Suecia, Tanzania y Chile, entre otros países. Marcos Guerra, quien vive entre Bélgica y la República Dominicana, realizó sus estudios de Arte en la Universidad Pedo Henríquez Ureña y posteriormente estudió durante cuatro años con el fenecido maestro de la pintura Guillo Pérez. Marcos siempre va a la vanguardia de la técnica y de los temas, y sus trabajos lo demuestran; por eso, en su trayectoria profesional ha organizado más de 45 exposiciones internacionales, las cuales han sido exitosas.

¿El arte y la pintura qué significado tienen para ti?
El arte para mí no solo es una profesión, es un estilo de vida que da razón a mi existencia terrena, la pintura es como me expreso… es el lenguaje de mi alma.

¿Tu estilo es?
Mi estilo está en permanente evolución cada día, la misma gestación de las formas te van sugiriendo cambios, podríamos decir que mi trabajo es contemporáneo y muy moderno.

¿En la pintura buscas?
En la pintura encontré, mucha libertad, además de un lenguaje universal que me permite comunicarme con el hombre, no importando qué idioma hable o cuál sea su cultura.

¿Qué te hace sonreír?
A mí me hace sonreír la paz entre los pueblos y el respeto absoluto de los derechos humanos.

¿Qué te inspira para realizar tus creaciones?
Como el nombre lo indica, inspirar es estar en comunicación con el espíritu, ese momento preciso que llega con la disciplina del trabajo diario más el conocimiento adquirido por medio de la investigación.

¿Tu artista o pintor favorito?
Esencialmente admiro mucho a tres artistas, ellos son Francis Bacon, Basquiat y mi maestro Guillo Pérez.

¿De no ser artista a qué otra cosa te hubieras dedicado?
Un monje budista.

¿La mayor satisfacción que te ha dado la pintura?
Mis frecuentes viajes por el mundo y conocer culturas diferentes son consecuencia directa de mi pintura.

¿Por qué elegiste la pintura y no otra forma de expresión?
La pintura es la que más desarrollo, pero me gusta mucho también el dibujo sobre papel; la escultura, la fotografía y más recientemente la cerámica.

¿Recuerdas tu primera obra, qué era, qué expresaba?
Mi primera obra fue costumbrista como un homenaje a la dominicanidad de la cual me siento muy orgulloso, ser del Caribe es una bendición cósmica.

¿Con cuál obra o exposición te diste a conocer, y cómo fue tu experiencia?
Mi primera muestra fue en la galería taller de mi muy admirado maestro Guillo Pérez. Se título “De lo figurativo a lo abstracto” hace ya mucho tiempo. De esta conservo buenos recuerdos por las palabras de aliento que en ese entonces me dedicó el maestro.

Si tus obras hablaran, ¿qué dirían sobre Marcos Guerra?
Si mis obras hablaran dirían que soy un hombre cosmopolita muy libre, sin complejos de ninguna especie y muy creyente en el gran poder divino, el eterno padre celestial, Dios.

¿En qué escuela te formaste artísticamente, y cómo fue tu experiencia?
Me formé en la escuela de artes plásticas de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) que fundó y dirigió el gran maestro Antonio Prats Ventós y, consecutivamente, en la Escuela Taller del gran maestro Guillo Pérez.

¿Afrontaste alguna dificultad en el camino para ser artista?
Me imagino que la misma que afrontaría un joven abogado, médico, ingeniero entre otros profesionales. No importa lo que emprendas, en la vida siempre encontrarás obstáculos y palabras de desaliento, pero si crees en ti y fortaleces la fe, llegarás donde deseas.

En tu más reciente exposición “Arte y gastronomía a orillas del mar Caribe” ¿cuál fue el concepto, formato, cuántas obras presentaste…?
Presenté mi exposición individual “Arte y gastronomía a orillas del mar Caribe” en el emblemático restaurante Neptunos de Boca Chica, la cual estuvo compuesta por mis obras más recientes inspiradas en el Caribe y el azul de su mar. Me gustó mucho la idea de juntar en un mismo espacio las artes culinarias tan de moda en estos tiempos, y las artes visuales. Presenté 10 obras en distintos formatos teniendo como referente una paleta cargada de tonos azules, principalmente recreando la belleza del mar Caribe con su quietud y movimiento. Una buena gastronomía entra a los sentidos primero por los ojos, dependiendo de la presentación, textura, composición, color, entre otras características. Es muy parecido a la experiencia de apreciar una buena obra de arte.

Comunicación
En la pintura encuentro mucha libertad, además de un lenguaje universal que me permite comunicarme con el hombre no importa su idioma o cultura”.

Medioambiente
En mis trabajos utilizo una amplia diversidad de materiales como forma de expresión del medioambiente y la ecología”.

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