El museo es una institución dedicada a la preservación, historia, exhibición y ciencia del arte de la cerámica

El museo de la Porcelana es un legado que dejó la señora Violeta Martínez López para que los dominicanos y latinoamericanos conozcan la belleza e historia del arte cerámico.

Este espacio cultural, data desde cuando su fundadora donó su colección de porcelanas y objetos de arte como un aporte cultural para el disfrute y conocimiento de las generaciones presentes y venideras. Posee una amplia colección de antigüedades y piezas únicas que reflejan la evolución del arte de la cerámica de diferentes épocas, con ejemplares precolombinos y porcelanas de amplio valor histórico y artístico, provenientes de las más importantes manufacturas de Alemania, Francia, España, Italia, Inglaterra, China y Estados Unidos.

El ambiente que se percibe en el Museo encierra un poco de la historia por la que estas piezas han pasado. Podemos observar en ellas la firmeza y delicadeza al momento de su elaboración, y un esmerado trabajo en la selección y ubicación de cada pieza o vitrina, en las cuales se resalta la información de las mismas. Una de sus principales exhibiciones es su colección de muñecas de porcelana. El Museo, cuenta además con una biblioteca, un taller de reparación y restauración de obras de arte, así como de espacios para eventos culturales y artísticos. En la segunda planta hay un taller para la restauración de piezas de porcelana, así como una instructiva biblioteca de tema monográfico del arte cerámico.

Aquí también se pueden apreciar residuos de porcelanas que fueron rescatadas de un galeón español llamado Nuestra Señora de la Constitución que se hundió en 1641 en las aguas de Puerto Plata, a raíz de una tormenta, y cuyas piezas permanecen tal como se les rescató. Estos artículos pertenecen al Estado dominicano y permanecerán en el museo mientras éste exista. “Las piezas de porcelana históricamente han sido consideradas como artículos de lujo para engalanar las mejores mesas y hogares, también ha sido el material de mayor esplendor en palacios, mansiones y castillos”, indica Margarita Solimán, guía del Museo.

Resaltó que la porcelana proviene de una tierra plástica especial, rica en minerales, llamada caolín, que a muy altas temperaturas adquiere cualidades extraordinarias y específicas que la convirtierten en la máxima expresión y el producto patricio del arte cerámico. “Sus características son muy nobles: dureza, blancura, resistencia a los ácidos, facilidad de moldeado para crear infinitas formas ideales para decoración y fines utilitarios, que la hacen siempre digna de reyes y príncipes”, señala Solimán.

Su apertura

El museo abrió sus puertas en julio de 1989, once años después de ser incorporado por decreto ejecutivo el 21 de julio de 1978. Fue fundado, luego de la muerte de Martínez López, en un edificio donado por Laura Vicini, de su herencia personal, y es la única casa en Santo Domingo con estilo Hispano Morisco, la cual fue remodelada por el arquitecto Benjamín Paiewonsky.

A pesar de tener un aspecto parecido a todo lo colonial, esta edificación fue construida a principios del siglo XX, y su diseño resalta por su fachada con elementos de porcelana y cristales, resalta Solimán, al tiempo que explica que su edificio está inspirado en la Alhambra, un complejo de palacios, jardines y fortaleza situado en Granada, España.

Sus galerías

En su galería número uno, que lleva el nombre de “Laura Vicini de Barleta”, una de sus fundadoras, posee piezas que reflejan la evolución del arte de la cerámica, comenzando con ejemplares precolombinos y terminando con bellas porcelanas de Meissen, Alemania y de China.

En la galería dos la porcelana china tiene su especial dedicación, cuyas piezas transportan al visitante a las dinastías Ming y Tang (618-908), que reinaron en esas tierras del lejano Oriente.
Alemania y Francia se unen también con sus valiosas aportaciones al arte de la cerámica con el descubrimiento de la porcelana de pasta dura, al estilo Chino, y la porcelana de pasta tierna o francesa, respectivamente en Occidente. Estas están contenidas en las galerías tres y cuatro que lleva por nombre “Margot Bucher de Taveras”.

Las galerías cinco y seis muestran artículos de España e Italia, con impresionantes obras esculturales españolas de la manufactura Lladró. Italia a su vez se distingue con producción Capodimonte. Esta galería está dedicada a “Doña Conchita Colubi de Vitienes”.

La siete y ocho exhiben piezas inglesas y norteamericanas, con sus prototipos de la porcelana de hueso o bone-china y variedad de diferentes clases de lozas. Al final de la galería nueve se encuentra una colección de gatos, obtenida de la colección de María José Muriel, una amplia variedad de ejemplares de distintos países y las más diversas fábricas en el mundo. En la misma galería, se muestran, numerosas aves de la manufactura alemana Káiser. La galería diez, que se encuentra en proyecto, se expone la colección de muñecas donada por Ana Hilda García. En algunas de las piezas los artistas ceramistas plasmaron mensajes religiosos, costumbres, tradiciones y cultura de las antiguas y modernas civilizaciones que íntimamente encierra cada pieza.

Recolección de las piezas de porcelana

Violeta Martínez Pozo, se inició en el arte de la porcelana en la ciudad de Nueva York, durante sus años de exilio (1950-197), donde había sido enviada por su familia, luego de que guardara prisión por primera vez junto a su amiga Minerva Mirabal.
Viviendo allá se hizo experta restauradora de esas piezas, gracias a su amiga Ceceil Bannett, experta restauradora de porcelana, quien la entusiasmó en el aprendizaje de ese arte, y desde entonces siguió directamente vinculada a todo lo referente al arte cerámico.

Embarcada en su nueva pasión, Martínez Pozo llega a poseer una amplia colección de antigüedades y piezas únicas de gran valor histórico y artístico, provenientes de las más importantes manufacturas orientales, europeas y de Norteamérica.

Con el deseo de legar su preciada colección, creó una fundación, incorporada legalmente, con el fin de dar a conocer y difundir el arte de la porcelana en el país, y así con el apoyo de un grupo de amigos conocedores y amantes de la cultura nace en julio de 1978 la Fundación Violeta Martínez, promotora del Museo de la Porcelana, inaugurado en diciembre 1989.

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