Correo de los lectores

Señor director: A propósito del artículo “La lucha libre, la farsa en una nueva versión”, asumo que la persona que escribió este artículo, sólo ve cine documental y los noticieros,

Defiende la lucha libre
Señor director: A propósito del artículo “La lucha libre, la farsa en una nueva versión”, asumo que la persona que escribió este artículo, sólo ve cine documental y los noticieros, porque TODO el resto del audiovisual a sus ojos es una farsa y una falsa, dispuesto única y exclusivamente para el entretenimiento, como tal a sus ojos no vale nada. O puede ser que a diferencia del resto de los que sí vemos la lucha con cierta frecuencia, no le hayan dicho que es un deporte de entretenimiento y que prácticamente todo lo que sucede es un Kayfabe y que es guionizado. Es muy probable que este caballero crea que ha descubierto la fórmula del agua tibia, al “develar” algo que desde los 80’s las mismas empresas de lucha libre han dejado claro, algo que incluso en la empresa más importante del mundo dice y recalca: “They are not a wrestler, they are entertainers…” y que hace mucho más de dos décadas, si mis cálculos son correctos, cambiaron su nombre de WWF (Word Wrestling Federation) a WWE (Word Wrestling ENTERTAINMENT). Otra cosa, para lograr las hazañas que esos caballeros y damas hacen en el ring HAY QUE SER ATLETA.

Señor mío, por último, le digo puede dormir tranquilo, los seguidores de la lucha libre sabemos lo que vemos y la disfrutamos a conciencia, como la hacemos con una película ganadora del Oscar donde hay un monstruo semidiós acuático sudamericano. Imagino que no sabe de qué película le hablo, pues usted sólo ve documentales (le advierto muchos son manipulados, entonces tampoco son 100% confiables). En fin, tampoco lea periódicos, no se imagina la cantidad de noticias vendidas y manipuladas y sobre todo, no se le ocurra ver boxeo, o se dará un tiro al descubrir la gran mentira detrás de lo que te venden como un deporte de combate real.

Braudin Braudine
Ciudadana

Educación y gasto
Sobre el artículo de Andy Dauhajre , “Gastar mucho no garantiza calidad”, creo que el autor acierta en que evidentemente un alto gasto, o mejor dicho inversión, en educación preuniversitaria no garantiza buenos resultados. Igual debe reconocer que es más fácil que una baja inversión garantice malos resultados. Por supuesto que la calidad de la inversión es importante, pero calidad sin recursos disponibles se hace poco posible. La inversión de un 4% del PIB es un sacrificio, necesario por nuestro rezago a nivel educativo. Sus argumentos sobre el efecto en las finanzas del Estado son válidos, pero tendrían más apoyo si el Estado dominicano fuera al menos aceptablemente eficiente y no fuere tan evidente el malgasto de los recursos públicos. Necesitamos mejor educación y eso cuesta. Si nos vamos a sacrificar que sea por un objetivo que muchos entendemos repagará lo invertido. Nuestra misión es velar porque sea inversión y no gasto, y por velar que los demás recursos sean también utilizados de la mejor manera.

Diógenes Cousteau
Ciudadano

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