Su éxito está en una atractiva armonía del elenco donde todos son afroamericanos, es decir, que cambia la fastidiosa práctica de colocar un elenco anglosajón y apenas un par de negros. Pero no es suficiente sin el escenario y la historia en que se desarrolla, escogiendo a África como punto nodal, y escenas en Corea del Sur, pero abriendo y cerrando la narrativa en Oakland, California. Durante toda la historia se edifica una trama en que Wakanda es el lugar mitológico de una tribu milenaria africana, escondida a los ojos del mundo, y el metal vibranium como su bien más preciado. Es significativo que se inicie y termine en California pues fue allí la cuna del Partido Pantera Negra en 1969, que rápidamente obtuvo simpatías y su fama se extendió como la pólvora llamando la atención del FBI, que veía como una estratagema el programa social dirigido a la comunidad, siendo lo más popular las clínicas de salud a comunidades marginadas y desayunos a niños, todo gratuito y de calidad. Siendo un partido que combatía la segregación racial, la guerra de Vietnam, y franca lucha por los derechos civiles de los negros, fueron sus líderes perseguidos y asesinados selectivamente hasta mutilar todas sus operaciones a favor de las comunidades negras oprimidas. “Black Panther” es un nombre que señala esa combatividad de comunidades negras, pero también un factor ideológico al fomentar objetivos políticos y un sistema económico separado, asociándose al Black Power (Poder Negro), una corriente que promovía la violencia política. El otro aspecto significativo es el uso de un metal estratégico, cuya posesión le da poder por su uso en tecnología de punta y armas estratégicas. Recordemos que el acero fue el más importante elemento del progreso del siglo XIX, tal como el aluminio en el XX. Y ya se revela una corrida tecnológica por crear un metal estratégico y vital para la industria nuclear y aeroespacial. Países del tercer mundo son codiciados por las potencias debido a que albergan minas de metales valiosos en la industria energética. Pues bien, su estructura narrativa pasa por la coronación de un nuevo rey, al tiempo que brinda la rica historia de esa tribu africana con su Wakanda apartada del mundo y con un impresionante desarrollo social y tecnológico. Interesante es la manera en que el director usa zonas de humor para ironizar con este filme mientras desarrolla la trama del pleito de dos facciones por el vibranium.
H HH Género: Acción con superhéroes.
Duración: 134 minutos

Posted in Crítica Cine

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