Dilema de los Azulejos: ¿transición o perseverar?

Teóricamente, la de 2018 debería ser una temporada de transición para los Azulejos de Toronto.

Teóricamente, la de 2018 debería ser una temporada de transición para los Azulejos de Toronto.

Los directivos quisieran entrar de lleno en una reestructuración, pero no son un equipo pusilánime. Tampoco quieren quedar mal con una afición que tiene al Rogers Centre como el estadio más concurrido de la Liga Americana en los últimos dos años.

Además, cualquiera que tenga a Josh Donaldson, Marcus Stroman, Aaron Sánchez y Roberto Osuna en sus filas puede tener posibilidades legítimas o complicar la vida a los demás.

Luego de dos temporadas consecutivas en las que alcanzaron la serie de campeonato, los Azulejos retrocedieron a 76 victorias en 2017 y con lo justo evitaron quedar últimos en la División Este.

José Bautista y Edwin Encarnación, caudillos de esos equipos que perdieron ante Kansas City y Cleveland, ya no están. La impresión generalizada es que el momento de apogeo que vivió Toronto fue muy fugaz.

La artillería que lideró las mayores en 2015 con 891 carreras anotadas se deprimió en 2017, al descender a la 26ta plaza con 693, su total más pobre en dos décadas.

Los lanzadores que encabezaron la Americana con efectividad de 3.78 en 2016 mermaron al año siguiente con un porcentaje que se disparó a 4.42, séptimos en la liga.

Sus adquisiciones durante el invierno se concentraron en jugadores que más bien complementan el roster, como los infielders Yangervis Solartes y Aledmys Díaz y los jardineros Curtis Granderson y Randal Grichuk.

Y ahora tendrán que lidiar con una división más potente, en la que los Medias Rojas de Boston ganaron el título los últimos dos años y los resurgentes Yanquis de Nueva York añadieron a Giancarlo Stanton, el vigente Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.

«Así es esta división», se resignó el manager de los Azulejos John Gibbons. «Es lo que siempre se espera de esos equipos, como que siempre están obligados a hacer grandes contrataciones. Pero uno trata de no perder el paso… Es la realidad”.

¿CÓMO SOBREVIVIR?

Salir a flote dependerá en gran medida de su rotación.

“¿Dicen que el buen pitcheo neutraliza el buen bateo? Eso es lo que confiamos hacer cada día y podemos superar a alineaciones como esas», señaló el abridor mexicano Marco Estrada. “Lo hemos hecho antes”.

No miente. Estrada, Sánchez, Stroman y J.A. Happ conformaron el brillante cuarteto de 2016.

Pero el rendimiento fue más disparejo en 2017, empleando a 14 abridores distintos. Stroman y Estrada fueron los únicos que tuvieron 30 aperturas. Sánchez apenas pudo cumplir ocho aperturas el año pasado tras ganar el título de efectividad de la Americana y el porcentaje de Estrada subió a 4.98.

También adquirieron al veterano zurdo mexicano Jaime García para redondear el grupo.

«Es básicamente la misma rotación de 2016 y la nuestra fue una de las mejores», subrayó Estrada. «Si estamos sanos y podemos rendir como se supone, me gustan nuestras opciones».

El cerrador Osuna fijó un record personal con 39 salvados el año pasado, pero el mexicano también acumuló su mayor total de malogrados con 10.

LESIONES EN LA OFENSIVA

Lo otro que descarriló a Toronto fue la epidemia de lesiones que asoló a su alineación diaria. El tercera base Donaldson y el campocorto Troy Tulowitzki apenas disputaron 179 juegos entre los dos. El receptor Russell Martin quedó en 91 y el segunda base Devon Travis solo pudo actuar en 50.

Aunque Bautista participó en 157 juegos, el dominicano fue la sombra del toletero que fue seleccionado a seis ediciones seguidas del Juego de Estrellas entre 2010-15 y ahora está desempleado. Apenas bateó para .203 y su puesto en el jardín derecho será cubierto por Grichuk, procedente de San Luis.

Tulowitzki estuvo fuera de acción desde el 28 de julio por una lesión en el tobillo derecho y se perderá el inicio de la temporada regular por un espolón en el talón del pie derecho. El torpedero de 33 años no ha podido superar los 131 juegos en ninguna de sus últimas seis campañas.

El venezolano Solarte, quien bateó 18 jonrones y jugó en todas las posiciones del cuadro interior con San Diego el año pasado, aporta versatilidad. Otro jugador con esas características es el cubano Díaz, quien decepcionó en 2017 con San Luis tras acudir al Juego de Estrellas de 2016 como novato.

Donaldson, el Más Valioso de la Americana en 2015, estableció un record para un jugador en el arbitraje salarial con un contrato de 23 millones de dólares por un año. Será agente libre al final de la temporada y no hay señales de un acuerdo a largo plazo.

HEREDEROS PRODIGIO

La expectativa es inmensa por los hijos de dos retirados jugadores de Grandes Ligas.

El tercera base dominicano Vladimir Guerrero Jr. (19) y el torpedero Bo Bichette (20 años) fueron compañeros en dos categorías de Clase lA a pasada temporada y participaron en el Juego de las Estrellas Futuras. Vladimir padre será exaltado al Salón de la Fama en julio. Dante, el padre de Bo Bichette, acumuló 274 jonrones con cinco equipos en 14 años de carrera.

«Es idéntico a su papá», dijo Gibbons sobre el hijo de Guerrero. «Se le ven las mismas costumbres».

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