Juan Carlos, Luis José Germán y Mariel Guerrero definen los mitos y realidades de someterse a procesos quirúrgicos
En el arte y el espectáculo dominicano, muchas figuras han logrado posicionarse en los medios de comunicación sin que temas como el sobrepeso se anteponga a su talento. Sin embargo, algunas personalidades han decidido hacer cambios radicales respondiendo al factor salud y se han sometido a cirugías como el baypass o la manga gástrica.
Personalidades del entretenimientocomo Luis José Germán, Mariel Guerrero, Juan Carlos Pichardo Jr., Luz García, Hony Estrella, Yelitza Lora, Jatna Tavárez y Enrique Crespo, entre otros, han pasado por estos procedimientos, sobre los que abundan los mitos de las ventajas y desventajas de “perder unos kilitos” en el cirujano.
Tienes que tomar medicinas el resto de tu vida, solo puedes consumir líquidos durante los primeros tres meses, se vomita mucho, te mareas constantemente, son algunos de los mitos que identificó el humorista Juan Carlos, quien se sometió a este procedimiento en agosto pasado. “Yo no bebo ni una pastilla, sino multivitamínicos, porque al principio hay que beberlos, se tiene el estómago sumamente limitado; en mi caso se fueron graduando las comidas a medida que el estómago fue cicatrizando, y es cierto que uno se marea, pero solo al principio y es un poco”, agregó.
El comunicador Luis José Germán, quien se sometió a la manga gástrica en el 2008, agregó que el paciente puede someterse a un proceso psicológico y que las personas tienden a deprimirse por estar viviendo una readaptación y reconocimiento de su ser. Otros de los inconvenientes es que se puede volver a engordar y que las mujeres sufren más este procedimiento y bajan menos de peso que los hombres.
Por otro lado, una de las más criticadas por sumarse a la lista de figuras en recurrir a este mecanismo es Mariel Guerrero, por su movimiento “Yo me amo”.
“La gente te dice ‘vas a ser feliz siendo flaca’, sin saber que eso no arregla los años de maltrato y baja autoestima que hayas tenido; tienes que trabajarlo con terapeuta. También dicen que es la salida más fácil y no es verdad, vas a lidiar con un sistema digestivo nuevo, el pelo se cae, se te hacen hoyos en la cabellera, la piel te cambia, tu sistema inmune cambia, tienes las defensas más bajitas, hay que tomar multivitamínicos, así que no, no es la salida más fácil”, sostuvo a elCaribe.
Más salud que estética
Cuando Germán se vio en la obligación de realizarse la manga gástrica, el también humorista tenía 28 años y para ese entonces sufría de sueño y agotamiento, era pre-diabético y tenía arritmia cardíaca. Aunque considera que la mayor ventaja de ser gordito es la actitud que se pone, sin darse cuenta, puesto que inconscientemente crea un mecanismo de defensa para ser aceptado y hacerse feliz a sí mismo, aseguró que la manga gástrica le devolvió la salud y la respiración.
Para él, lo más difícil fue reconocer a la persona que veía en el espejo, porque era alguien que no reconocía. “Eso me causó un poco de desánimo. No llegué a deprimirme, pero sí estuve bastante desencantado, desanimado y decepcionado por un período. Estaba acostumbrado al gordito y me sentía cómodo como tal, me acepaba”, explicó.
Agregó que le fue de mucha ayuda no recibir olas de comentarios sobre el tema por las redes sociales, porque entiende que el ser humano “suele ser muy crítico y (hablar) sin filtro”. En el caso de la presentadora Mariel Gerrero fue totalmente contrario, quien sí ha tenido que sufrir las críticas del público. “Yo no me operé porque estuviese triste, acomplejada, porque odiaba mi cuerpo o que engañé a todos en la campaña diciendo que se amaran gordas para después operarme”, aclaró nuevamente.
Explicó que tenía un sobrepeso de 72 libras, y que no sufrió depresiones porque, durante años, había estado trabajando con su interior, su sentir, pues su lucha con el peso viene desde hace 20 años (desde los ocho años de edad).
Estar flaco también tiene sus desventajas
El humorista nominado a Premios Soberano 2018, Juan Carlos Pichardo Jr., argumentó que a pesar de vivir en la época de las redes sociales el público ha recibido de forma positiva su cambio, que incluso lo ha ido viviendo con él, lo cual le ha ayudado bastante.
Aunque entre los beneficios está el tener mejor condición física y más salud; entre las desventajas que ha experimentado está el no poder comer como quisiera en ocasiones, adaptarse al nuevo régimen alimenticio. Hay sabores que no los tolera, otros que dejaron de gustarle, entre otras cosas.
Por otro lado, el sacrificio económico que conlleva someterse a un baypass o una manga gástrica, de acuerdo a Germán, Pichardo y Guerrero, entre los doctores que dijeron conocer, oscila entre seis mil y 11 mil dólares.
