Pelegrín Castillo, dirigente FNP.
Pelegrín Castillo, dirigente FNP.

El dirigente político Pelegrín Castillo advirtió este viernes que la estrategia del gobierno de elevar la presión tributaria y combatir la evasión fiscal, con reformas a la ley de lavado de activos, está descaminada y podría resultar contraproducente, “al poner de lado el serio problema de las concentraciones oligopólicas y monopólicas que predominan en la mayoría de las áreas de la economía”.

El exministro de Energía y Minas y ex legislador expresó además que se está perdiendo de nuevo la oportunidad de discutir y pactar una reforma fiscal integral, que aborde simultáneamente la cuestión de los ingresos y los gastos, así como la gestión de los pasivos y los activos.

Cuestionó que una ley de lavados que no ha sido aplicada cabalmente para combatir el crimen organizado, se instrumentalice para recabar impuestos por un gobierno que le falta mucho para tener un gasto público de calidad.

«En los hechos, es muy difícil elevar la presión tributaria y reducir la evasión, con un mero enfoque punitivo, si no se baja también la presión de los elevados sobreprecios oligopólicos, y no se reducen y racionalizan los impuestos, ya que ambos son parte de la abrumadora carga real que soportan empresas y personas. Cuando se suman esos factores, vemos porqué se lastran la competitividad de los sectores productivos y se frustra cualquier estrategia exportadora. Eso, en gran modo, es lo que explica por qué en vez de vez de conquistar mercados exteriores mayores, se sigue una absurda estrategia de atrincherarse en la isla», indicó Castillo.

Explicó que en casi todas áreas de la economía hay sobrecostos y costos ocultos, que lo pagan empresas y personas, y que son resultados de fallos en el funcionamiento de los mercados y de la débil o corrompida  regulación de parte del Estado y sus instituciones. Expresó también que lamentablemente esos aspectos no se tratan en el debate, y en cambio, se pretende usar herramientas de lucha anticrimen organizado, para satisfacer las urgencias y apremios de ingresos del gobierno.

«En los últimas décadas, se ha planteado en reiteradas ocasiones la necesidad de la reforma integral que cambie a fondo la relación entre estado y economía, para construir relaciones simbióticas y constructivas entre las instituciones y las fuerzas productivas,  pero nunca se ha concretado.  En cambio, siempre se impone en forma más agresiva la necesidad de asegurar más ingresos para el gobierno, mediante reformas reactivas y puntuales, que a veces resultan tan irracionales como el anticipo de impuestos, que debió ser eliminado hace años», enfatizó Pelegrín Castillo.

Finalmente, abogó por un pacto de Proyecto Nacional, sincero y profundo, que tenga por objeto integrar hacia adentro, como clave para el éxito en la integración hacia afuera.

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