La Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) incrementó la vigilancia y restricción del acceso de personas a todos los sistemas que abastecen de agua potable al Gran Santo Domingo.
Esta medida surge a pocos días de circular un rumor, desmentido por técnicos de Salud Pública, de que nacionales haitianos habrían envenenado un acueducto en la provincia Barahona.
Un comunicado de la institución, precisa que el titular de la CAASD, Alejandro Montás, instruyó al jefe de Seguridad de la entidad, coronel Bolívar Gonell, instalar un contingente de más de 400 agentes de seguridad, tanto militar como civil, para que se mantengan vigilantes en las obras de toma, plantas de tratamiento y los tanques. Montás recordó que el Protocolo de Seguridad obliga a los encargados de operación de los sistemas de acueductos tomar las medidas preventivas de lugar, a fin de impedir que cualquier desaprensivo ose afectar las fuentes de agua.