Esta infraestructura es considerada por expertos como un espacio público único en el Caribe, debido a su fuerza, eficiencia y su refinada estilización

Con el objetivo de mostrar al mundo el desarrollo alcanzado en el país y celebrar los 25 años de gobierno en 1955, el dictador Rafael Leónidas Trujillo ordenó la construcción de la Feria de la Paz y la Confraternidad del Mundo Libre, lo que hoy es el Centro de los Héroes, que representa un ejemplo de arquitectura moderna.

La construcción de este complejo urbano, que constaba en sus inicios con 12 infraestructuras, se comenzó un año antes, en 1954, y estuvo a cargo de Guillermo González Sánchez “por su calidad como diseñador y por su excelso manejo del lenguaje racionalista”, según la edición 54 de Archivos de Arquitectura Antillana (AAA).

Hasta ese entonces, diversos proyectos demostraban la destreza de González Sánchez, tales como el edificio Copello, realizado en 1939, el Hotel Jaragua, construido en 1942, y el Hotel Hamaca, que data del 1951. Y nuevamente iba a exponer su talento creando “una docena de edificios de tamaño variable que se alinean entre el eje principal y los transversales en un admirable manejo de la escala, la proporción y el simbolismo del espacio público, siendo los más imponentes, los edificios destinados posteriormente para el Palacio Municipal y el Palacio del Congreso, en torno a una fuente circular de grandes proporciones que organiza la circulación”.

La Feria fue levantada en menos de un año, y se inauguró el 20 de diciembre de 1955. Su construcción representa una huella que marca el desarrollo de la ciudad en expansión, constituyéndose en inicio o fin de una época, de un ideal, de un gesto, del adelanto de la arquitectura local del momento, según expertos.

En este sector, donde habitan casi 70 mil personas, están los dos principales órganos legislativos del país; el Senado de la República y la Cámara de Diputados, en el Congreso Nacional; asimismo la Procuraduría General; el Ministerio de Trabajo; la Suprema Corte de Justicia; el Consejo Estatal del Azúcar; el Tribunal Superior Electoral; la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE); el Hospital Infantil Robert Reid Cabral; la Universidad O&M; el Monumento Mausoleo a los Héroes de Maimón, Constanza y Estero Hondo; el Parque Centro de los Héroes; el Teatro Agua y Luz, entre otras infraestructuras.

Una de sus construcciones más emblemáticas es el Pabellón de las Naciones, una de las pocas obras del conjunto de la Feria no diseñada por González. Conocida como “La entrada del Mar” o “La bolita del mundo”, con forma trapezoidal, recibe a los visitantes a través de un arqueado portal que enmarca las piezas centrales de atracción visual.

Según describe en AAA el ingeniero y arquitecto José Amable Frómeta, “un elemento vertical, que recuerda el monumento de la Feria de Nueva York de 1939, pero en proporciones inversas, marca el eje monumental del conjunto ferial. Un par de alas estilizadas se apoyan sobre un globo terráqueo, sobre el cual se encontraban las 5 estrellas del generalísimo representando la supremacía de Trujillo. Un estanque de agua y una escultura de mujer de claras influencias Art Decó, enriquecen artística y paisajísticamente patrióticas”.

Este arco que da el frente al mar y hacia la Avenida George Washington (Malecón), conduce al peatón hacia la plaza, donde planos seriados en los laterales, colocados en posición oblicua, cerraban las visuales laterales y dirigían la vista hacia el centro del recinto. En los laterales del arco triunfal de acceso, mosaicos multicolores de gran escala representan escenas patrióticas, puntualiza Frómeta.

En sus inicios, el globo terráqueo estuvo revestido de cerámica policromado, la cual fue eliminada luego de la caída del régimen, cuando muchas de ellas se cayeron. Asimismo, se excluyeron las estrellas del generalísimo.

Asimismo, otro lugar destacado es el Monumento Mausoleo a los Héroes de Maimón, Constanza y Estero Hondo, espacio por el cual lleva el nombre este sector. Está ubicada en la calle Juan de Dios Ventura Simó casi esquina 30 de Mayo.

En el ensayo “Metamensaje visual en la arquitectura del Caribe: La Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, apuntes para su valoración”, de César Al Martínez y José Enrique Delmonte Soñé, los expertos consideran La Feria como “el más importante conjunto urbano arquitectónico realizado por el Estado dominicano en toda su historia”.

Entre tanto, en el material “Arquitectura en el Trayecto del Sol, entendiendo la modernidad dominicana”, de la Bienal de Venecia, describe este complejo urbano como “el proyecto más ambicioso jamás acometido por administración central alguna”.

En 2010 fue sumada al complejo urbano una escultura que representa una parte importante de la historia nacional. Se trata del conjunto escultórico de homenaje a las Hermanas Patria, Minerva y María Teresa, ubicada en el mismo lugar en que estuvo el Hércules que coronaba la entrada del campus. La escultura, titulada Heroínas sin igual, y que demandó un año de trabajo desde su concepción por parte de Juan Gilberto Núñez.

Un legado que transcendió fronteras

La importancia arquitectónica de este espacio ha sido tan significativa que incluso en 2015, en colaboración con el Museo de Arte Moderno (Museum of Modern Art, MoMA de la ciudad de Nueva York), el Laboratorio de Arquitectura Dominicana, Archivos de Arquitectura Antillana, y la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana, invitaron a los usuarios dominicanos a fotografiar el conjunto arquitectónico y urbano de La Feria de la Paz y la Confraternidad del Mundo Libre, cuyas imágenes fueron presentadas en las salas de la exposición del MoMA y en su página web, junto a una reseña de dicha exposición.

¿Producto de la improvisación?

César Al Martínez y José Enrique Delmonte Soñé subrayan en su ensayo histórico crítico que probablemente este conjunto urbano fue fruto de la improvisación, y con el tiempo se perfeccionó. Al respecto indican: “Dado que su construcción se realizó en el momento cumbre del gobierno dictatorial que dirigió el país de 1930 a 1961, conocido como Era de Trujillo, parecería que la ejecución de esta obra fue el producto de la planificación y de objetivos bien claros desde su concepción, como resultado de una visión de Estado hacia el desarrollo”. “Sin embargo –señalan-, a través de documentos e investigaciones realizadas, la Feria fue el resultado de un proceso de improvisaciones que fueron articulándose hasta lograr, finalmente, un producto limpio, impecable, cargado de simbolismos y con una escala importante que señaló la posible nueva estructura urbana de la ciudad de Santo Domingo”.

El sector se ubica entre la Calle Héroes de Luperón, la autopista 30 de Mayo, la Abraham Lincoln, y la avenida Independencia. l

Destaca valor del conjunto de edificios

El arquitecto Alex Martínez Suárez destaca que la infraestructura de la Feria tenía en sus inicios una similitud a las realizadas para esa época en Nueva York, Milán, e incluso Haití, de la cual casi no se menciona cuando se habla sobre ferias internacionales de este tipo. “La Feria tiene unos referentes interesantes, porque hay varios momentos en el que se generan en el mundo ferias internacionales, y es cuando se le ocurre a Trujillo construir algo parecido”, cuenta en ese sentido. Agrega que “este gesto urbano y moderno, es uno de los espacios modernos más importantes de la región completa, sobre todo por el trazado que posee”. Debido, asegura él, a que este esquema “tan monumental” se ha visto posteriormente muy poco replicado en el Caribe. En los detalles destaca que era evidente la utilización de los elementos simbólicos para decorar, tales como el laurel y las 5 estrellas. Sin embargo, Martínez lamenta que actualmente “este espacio esté muy modificado, con edificios cercenados y con muy pocos criterios”. El costo de esta Feria fue de aproximadamente 30 millones de dólares, que en un momento fue cuestionado porque en ese entonces se aseguraba que el país estaba sumido en una crisis económica.

Opinión
Es importante que las autoridades se den cuenta de que es necesario preservar mejor el patrimonio”.
Alex Martínez Suárez
Arquitecto

 

César Sánchez
La construcción de La Feria fue una de las etapas más importantes para el desarrollo del país”.

Albert del Orbe
Desde el punto de vista arquitectónico, es por demás una obra imponente que representa un cambio en la forma de diseñar en el país”.

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