A falta de tierra para repartir, cuál es la misión de la Reforma Agraria y su brazo ejecutor, el Instituto Agrario Dominicano. ¿Desaparecer o reconvertirse?
Emilio Toribio Olivo, director general del IAD, tiene las respuestas a las anteriores interrogantes. Después de 55 años de creado y con un inventario de más de 10 millones de tareas distribuidas entre casi 150 mil personas y con pocas posibilidades de hacer nuevos asentamientos, la misión de la Reforma Agraria tiene nuevas direcciones, y dimensiones, para justificar su existencia. Acompañamiento, asesoría y titulación de las propiedades asignadas a los parceleros son algunas de las nuevas acciones que tiene en su carpeta de funciones el IAD, explicó su director general.
La Reforma Agraria tiene historia en la producción agrícola dominicana. Cerca del 45% del arroz que se consume en el país se cosecha en asentamientos del IAD, 36% del banano orgánico que se exporta y el 25% del convencional, son de la Reforma Agraria.
En frutales y vegetales también hay una gran incidencia de la Reforma Agraria, y en ganadería hay unas 300 mil tareas de asentamientos dedicadas a la crianza de ganado.
Proyecto piscícola
Hay también proyectos de cultivo de peces, cuya producción se está exportando. El director del IAD informó que en el Bajo Yuna hay un proyecto que hace dos semanas comenzó a exportar filete de pescado, clasificado como “orgánico”, que se envía hacia Estados Unidos y Canadá.
A los parceleros se les está dotando de títulos definitivos, en una acción coordinada junto a la Comisión de Titulación. “Títulos definitivos, deslindados”.
“El IAD, en esta gestión, ha ido con la parte de titulación, con la parte de transformación agropecuaria y asociatividad, ha ido a rescatar una institución para que el parcelero se sienta dueño de lo suyo pero dueño del que le está dando el apoyo, que es el técnico de Reforma Agraria, que es el sociólogo de la Reforma Agraria para lo que es la parte de los grupos asociados, que es el que le ayuda a canalizar su financiamiento, el que le ayuda a educar a ese parcelero pero también a sus hijos”, dijo Toribio Olivo para explicar la nueva misión del IAD en un escenario donde el reparto de terreno se agotó por falta de disponibilidad de tierras. El funcionario indicó que todavía se realizan algunos asentamientos y corresponden a terrenos ocupados por particulares y que pertenecen al CEA y que cuando han sido detectados durante las visitas sorpresas del presidente Danilo Medina, el mandatario ha dispuesto que sean transferidos a la Reforma Agraria para asentamientos agrarios.
En el futuro esperan que con los canales que se harán fruto del próximo reinicio de la construcción de la presa de Monte Grande y por aplicación de la Ley de Cuota Parte, el Estado capte terrenos que permitan posteriormente hacer algunos asentamientos en la zona donde se hará la megaobra.
“El IAD como tal, en término general a lo acostumbrado de manera tradicional, ya no tiene tierra para donde buscar, sino hubiese ese modelo que el presidente ha definido y que ha ido dándole apoyo al parcelero y al Instituto Agrario Dominicano”, indicó. La fase de titulación ha cubierto hasta el momento la entrega de unos 13,400 títulos definitivos, de parcelas y solares. Catorce entregas se han hecho en la gestión de Toribio Olivo.
El IAD proyecta en lo que resta de año realizar dos entregas más de títulos, una en Santiago y otra en Villa Altagracia, para completar unos 20 mil títulos definitivos de propiedad entregados en la administración del presidente Medina.
La distribución histórica hecha por el IAD incluye a unos 115, 000 parceleros, pero muchos asentamientos cambiaron de vocación, pasando de agrícola a urbanos, turísticos, mineros, forestal o parque nacional.
Toribio Olivo dijo que la meta que el presidente de la República le ha establecido al IAD es, junto a la Comisión Nacional de Titulación, de dotar de títulos definitivos a 50 mil parceleros, que sería casi el 50% “de los parceleros existentes”.
Detalló que los terrenos de la Reforma Agraria que cambiaron de vocación agrícola a urbanística, por instrucciones del presidente Medina se las está transfiriendo a Bienes Nacionales para que sea esa instancia quien la titule, en coordinación con la Comisión Nacional de Titulación. Ya se han hecho unas 12 transferencias a nivel nacional.
Titulación produce una revolución en el campo
Para explicar la importancia de la titulación de un parcelero, del impacto económico y social en el beneficiario, Toribio Olivo dijo que se produce un cambio importante. “Ese título para el parcelero es como un premio Soberano. Al darle esa garantía jurídica, al duplicarse o triplicarse el valor de esa propiedad el siente que ya está realizado. Es lo máximo que esperaba de una propiedad que tenía con limitaciones y que el presidente le está dando lo que necesitaba: seguridad jurídica, tranquilidad familiar y además aumentar el valor de la propiedad. Es una revolución económica que se está creando en todas las comunidades, una dinámica económica porque a medida que usted titula una propiedad, ese parcelero puede reinvertir en su sus bienes, tanto en los solares, en su casa como en su parcela.
