La policía interrogó a Netanyahu por séptima vez el viernes como parte de una pesquisa por dos acusaciones de corrupción en torno al líder israelí, que lleva mucho tiempo en el poder. Las autoridades sospechan que el primer ministro está involucrado en casos de soborno, fraude y abuso de confianza.
Netanyahu ha negado haber cometido alguna falta, y considera las acusaciones como una cacería de brujas de parte de medios de comunicación hostiles.
Las protestas semanales están tomando fuerza, pero menos personas acudieron a la marcha del sábado en comparación con la de la semana pasada.
Los organizadores presionan a las autoridades para que presenten cargos que impliquen la salida de Netanyahu.