Investigando sobre la vida y obra de nuestros profesionales de la salud, nos encontramos con una variada muestra de su interés en el ámbito cultural. Vamos a compartir algunos datos de este asunto. Iniciaremos por la música. El más renombrado de nuestros médicos y músicos ha sido el Dr. Manuel Sánchez Acosta, autor de canciones como “Paraíso Soñado”, “El colibrí”, “Casita de Campo” y tantas otras. El Dr. Nelson Lugo, cirujano y profesor de anatomía, compuso “El Concierto en Gris”, una de las piezas más hermosas de la amplia cantera de música dominicana. El Dr. Manuel Tejada Florentino, era un destacado instrumentista, director de la banda municipal de Salcedo, y su hijo el Dr. Manuel Tejada Tabar, médico veterinario, es uno de nuestros más importantes arreglistas, compositor de canciones populares y también autor de obras sinfónicas. El Dr. Ángel Chan Aquino, cardiólogo y hombre de bien, era un gran cantante y autor de canciones que compartía con sus amigos en divertidas veladas. El Dr. Marino Miniño, autor de obras sinfónicas, o el Dr. José Espín, director del Coro Nacional, son muestra de la diversidad y talante de nuestra contribución. El Dr. Luis Tomás Oviedo, cantautor de gran contenido social, además de novelista y ensayista, participó en 7 días con el pueblo, y su canción “Las tres doncellas” es una de las más recordadas. Y desde luego, aficionados a la música como el Dr. Pedro de Marchena, o del Dr. Fernando Defilló, contribuyeron a la difusión de la música en nuestro país.
Mi tío, el Dr. Arnoldo Stern, dentista, escribía columnas y daba cursos de apreciación musical, con una amplísima cultura musical y enorme conocimiento.
Muchos médicos han incursionado en la poesía, el Dr. Antonio Frías Galvez, formó parte de la cámara de los doce, movimiento poético de los años 1970, y antes que él, el Dr. Mariano Lebrón Saviñón, quien en 1943, junto a Domingo Moreno Jiménez y Alberto Baeza Flores, inician el movimiento literario de la poesía sorprendida. El Dr. Lebrón Saviñón, publicó 19 libros y dejó inéditos otros. Fue miembro, presidente y secretario perpetuo de la Academia Dominicana de la Lengua. Fue además profesor universitario, además de pediatra distinguido. Posiblemente el más prolífico e importante de nuestros escritores ha sido el Dr. Francisco Moscoso Puello, eminente cirujano y gran clínico, que escribió obras como “Cañas y bueyes”, “Navarijo”, “Cartas a Evelina”, además de múltiples escritos y conferencias. Pero su obra más emblemática es “Apuntes para la historia de la Medicina de la Isla de Santo Domingo”, obra en 6 tomos, publicada años después de su fallecimiento con el auspicio de la Universidad Central del Este y editada por los Dres. Manuel Mañón Arredondo y Vetilio Alfau Durán.
Debemos destacar también al Dr. Antonio Zaglul Elmúdesi, médico, escritor y diplomático, quien escribió “Mis 500 locos”, “Ensayos y biografías”, “Galería de médicos dominicanos”, “En las tinieblas de la locura” y su biografía de la Dra. Evangelina Rodríguez “Despreciada en la vida y olvidada en la muerte”.
Otro médico, distinguido psiquiatra, el Dr. Fernando Sánchez Martínez, ha publicado “Bordeando el río”, “Medicina folclórica”, “Religiosidad popular y psiquiatría”, “Psicología del pueblo dominicano”, “Salud mental comunitaria”, una biografía sobre el Dr. Antonio Zaglul y un interesante libro sobre “La mujer médico en nuestra historia”.
Escritores médicos como el Dr. Santiago Castro Ventura, el Dr. Rafael Miranda, el Dr. Pablo Yermenos o el Dr. Hugo Cantisano, son la muestra palpable del gran aporte a la cultura dominicana de los profesionales de la salud. (continuará…).
