El pasado miércoles 16 se cumplieron 154 años de la proclamación de la gesta que rehabilitó la independencia nacional, y el pertenecer al concierto de naciones libres de las Américas.

Esta epopeya, llamada Restauración de la República, es consecuencia de las luchas de los héroes que se levantaron en armas contra España, a quien Pedro Santana Familia había anexado el territorio dominicano. Gestionó el General Santana ante la reina de España, enviando a Felipe Alfau, investido como Ministro Plenipotenciario, en misión secreta ante las cortes españolas. El 18 de marzo del 1861 se proclamó nuestro espacio como Provincia Ultramarina española, a contrapelo de la opinión generalizada de la población, recibiendo el mandatario local el título nobiliario de Marqués de las Carreras, Teniente General de los Ejércitos Españoles, Capitán General y Gobernador. Al tiempo, que se expulsaba a Matías Ramón Mella, Francisco del Rosario Sánchez prepara en Saint Thomas, una invasión por Haití, en un movimiento denominado La Regeneración, entrando a territorio dominicano por El Cercado, hoy perteneciente a San Juan. El Padre de la Patria fue capturado en Juan Santiago, cercano al primero y posteriormente fusilado. España toma control de la colonia imponiendo medidas relacionadas con los cargos públicos, pago de impuestos y quiso modificar costumbres locales, irritando a la población que veía con simpatía los movimientos emancipadores.

El 16 de agosto del 1863 cerca de la frontera norte en la loma de Capotillo, levantan la bandera tricolor: Santiago Rodríguez, José Cabrera, Benito Monción, Pedro Ant. Pimentel, entre otros, y proclaman la Restauración de la República. Desde allí inician acciones bélicas, que, produjeron a las tropas de ocupación, más de 10,000 bajas entre muertos y heridos. Derrotados en diferentes frentes y hostigados de manera permanente, dejaron destrucción y dolor en cada una de sus acciones. Santiago fue incendiado por el General Buceta, Comandante local, en acciones de represalia en su retirada hacia Puerto Plata. Con graves daños y una baja moral, se incrementan las acciones de los rebeldes, destacándose Gregorio Luperón, Gaspar Polanco y Gregorio de Lora entre muchos más. El 14 de junio del 1864, muere Santana, amargado por su rotundo fracaso y enterrado en el patio de la Fortaleza Ozama para evitar la profanación de sus restos. Luego de infinitas derrotas y tras arduas negociaciones se decreta en España la salida de las tropas y el 10 de julio del 1865 se inicia el retiro definitivo. Empeñados en fechas, sin profundizar en causas y efectos, los estudiantes y maestros de hoy, minimizan la importancia capital de esta epopeya. Soy descendiente, por vía materna, de un soldado español de ese ejército de ocupación venido desde la colonia de Puerto Rico, que prefirió desertar y quedarse, envuelto en los aromas de amor, en Azua, hasta que falleció decenios después.

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