Correo de los lectores

Señor director: Cuando surgen las ideas, aunque parezcan repetitivas, siempre traen alguna novedad o es necesario reforzarlas por alguna razón. El tema de estar presente, el cual ya he abordado, lo retomo para afianzar esa necesidad de estar en el aquí y ahora, consciente de cada segundo que vivimos, que respiramos, que somos.

Ausente, distante o presente
Señor director: Cuando surgen las ideas, aunque parezcan repetitivas, siempre traen alguna novedad o es necesario reforzarlas por alguna razón. El tema de estar presente, el cual ya he abordado, lo retomo para afianzar esa necesidad de estar en el aquí y ahora, consciente de cada segundo que vivimos, que respiramos, que somos.

En este preciso momento lo único que ocupa mi mente, cuerpo y alma es esto que estoy escribiendo, estoy en consciencia plena de estos pensamientos, estas palabras…, este ahora. Pero no siempre el estar presente se hace tan fácil y obvio, mayormente conlleva incertidumbre, temores, sorpresas que en otras ocasiones no nos han resultado gratas y en muchas nos resultaron muy dolorosas. Ese no saber y tener esos recuerdos desagradables, nos suele marcar y nos impulsa inconscientemente a desatender el momento que estamos viviendo, es una forma de protegernos del daño que las cosas nos podrían inferir.

El miedo a estar presente hace que te adormezcas, y te refugies en un futuro imaginario o en el pasado, ya sea cercano o lejano, sientes que allí nada ni nadie te podrá hacer daño, y es así, ya que no estás presente y en consciencia de lo que te está sucediendo en ese instante, te crees a salvo, por eso te haces el desentendido de cada momento presente que vives. Empezaste a hacerlo como un recurso, como autodefensa y se ha vuelto costumbre, hasta en los buenos momentos te falta presencia, consciencia de estar plenamente ahí, y ni cuenta te das.

Si estamos medio presentes la manera en que nos afecten las sorpresas será en término medio también, ya sean agradables o desagradables, la mayoría prefiere no arriesgarse y disfrutar a medias o sufrir a medias. Otros prefieren perderse toda participación y se mantienen abstraídos de la realidad, imagino que se escudan en el viejo refrán “Ojos que no ven, corazón que no siente”, no se dan por aludidos hasta que el evento se convierte en pasado, allí lo manejan con menos miedo, ya que se convierten en inofensivos recuerdos.

Solo unos pocos se arriesgan a estar plenamente ahí, alertas y conscientes, y vivir lo que tenga que llegar, sin nostalgias o interferencias pasadas, y sin miedos ni expectativas futuras, con consciencia despierta y dispuestos a disfrutar o enfrentar cada evento a plenitud.

Aunque eso está cambiando, la humanidad está creando consciencia de su inconsciencia y empieza a despertar, saben que el pasado hay que dejarlo marchar en paz y vencer el miedo a lo que llega y vendrá. Saben que el problema es que le queremos caer detrás al pasado, sin importar como fue, si fuimos felices para eternizar esa felicidad, y si no lo fuimos para echarle en cara su supuesta culpabilidad, pero más que todo saben que es una forma de no afrontar el presente, la sorpresiva realidad, esa que rememoramos cuando se convierte en pasado, donde ya no nos puede dañar.

¿Ausente, distante o presente? Hazte consciente de tu inconsciencia ya.

Idalia Harolina Payano Tolentino
Ciudadana

Para escribir a esta sección diríjase a: [email protected]. Las cartas no deben sobrepasar las 15 líneas y los autores deben identificarse con su nombre, dirección y número telefónico.

Posted in Correo de lectores, Edición Impresa, OpinionesEtiquetas

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas