Unas 12,200 toneladas de basura son generadas diariamente por los hogares y empresas en nuestro país. Cuando concluye el proceso de barrido y recolección, la basura es trasladada a los 356 vertederos existentes en toda la geografía nacional. Un evaluación realizada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el 2010, señala que 33.7% de nuestra basura es colocada en rellenos sanitarios, 24.5% en vertederos controlados, 31.6% en vertederos a cielo abierto, 10.0% es quemada a cielo abierto y 0.2% depositada en cuerpos de agua y utilizada como alimentos para animales. Expertos nacionales en disposición de basura indican que en el país apenas existen dos o tres intentos de rellenos sanitarios, lo que implicaría que la basura dispuesta adecuadamente en rellenos sanitarios no llega al 1% del total.
Según la evaluación de la OPS-AIDIS-BID, apenas el 5.1% de los municipios o alcaldías del país tiene planes de manejo de residuos sólidos, el nivel más bajo de la América Latina y el Caribe después de Nicaragua.
El barrido de la basura en el país, en un 94.5%, es realizado directamente por las alcaldías, muy por encima del promedio de la región (59.4%); el restante 5.5%, según la OPS-AIDIS-BID es realizado por proveedores privados bajo contrato de servicios.
En el caso de la recolección, el 77.2% es realizado directamente por las alcaldías, por encima del promedio de la región (50.6%); el restante 22.8% es realizado por empresas privadas contratadas.
El servicio de disposición final de la basura es provisto, en un 90%, directamente por las alcaldías, muy por encima del promedio de la región (52.8%); apenas un 10% es provisto por privados bajo contrato de servicios.
Los costos de recolección y disposición final de desechos sólidos que enfrentan las alcaldías en la región son significativos. Los costos promedios de recolección y disposición final por TM en América Latina y el Caribe en el 2010 resultaron ser US$34.22 y US$20.43, respectivamente. La mediana -para eliminar el efecto sobre la media de los valores extremos-, en el caso de la recolección resultó ser US$23/TM y para la disposición final, US$11.43/TM.
Para República Dominicana, la evaluación de la OPS-AIDIS-BID no revela los costos que enfrentan las alcaldías en la provisión de los tres servicios. En el caso de la Alcaldía del Distrito Nacional, informaciones preliminares indican que el costo por TM de la recolección de la basura (incluyendo el costo de recogida y en transporte desde las estaciones de transferencia al vertedero) oscila entre US$37 y US$41, muy por encima de la mediana del continente (US$23). El exceso sería mayor si los costos se midiesen en dólares corrientes de paridad de poder adquisitivo (PPA). Y todavía mayor si se “netean” las TM entregadas por el exceso de peso conseguido con la llenada de camiones recolectores con piedras y escombros de construcción, una práctica que debería ser penalizada. Esto refleja que las alcaldías deberían sentarse con los proveedores privados de servicios de recolección para fijar tarifas más razonables.
En el caso de la disposición final, sin embargo, la situación es diametralmente opuesta. La Alcaldía del Distrito Nacional paga a la empresa gestora del vertedero de Duquesa un promedio de US$2.59 por TM entregada al vertedero por los recolectores. Cuando se compara el pago recibido por los gestores de Duquesa (US$2.59/TM) con la mediana del costo de la disposición final en la región (US$11.43/TM), está claro que sean privados o públicos los gestores de los vertederos, necesaria e irremediablemente quebrarán. Peor aún, los vertederos seguirán siendo la principal fuente de enfermedades que afectan a los dominicanos. Recordemos el 40.4% del total de las consultas externas a médicos y hospitales del país fueron provocadas por infecciones agudas de las vías respiratorias. Lo que la nación termina ahorrándose con las reducidas tarifas que paga por el servicio de disposición final de la basura, el Estado y las familias al final terminan pagándolo con creces cuando requieren los servicios de salud.
Está claro que se requiere un rebalanceo de los costos en el manejo de la basura. Se está pagando excesivamente por la recogida y muy poco por la disposición final. Probablemente, una vez se complete el rebalanceo, se requerirán ajustes adicionales en las tarifas pagadas por la disposición final. Vista la experiencia de la región, no parece posible que las gestoras de vertederos puedan hacer un manejo adecuado con menos de US$8 por TM recibida.
Las alcaldías podrían levantar los recursos requeridos a través de dos fuentes. Primero, cobrando con más eficiencia a los hogares y empresas el servicio de recogida y disposición final de la basura. Y en segundo lugar, ajustando los gastos de nómina al promedio de la región. No hay forma de explicar el porqué, mientras en la región la mediana de empleados de las alcaldías por cada 10,000 habitantes es de 14.61, en República Dominicana a mediados de 2016 era de 40.67. Así no se puede.
