El Dudú, un atractivo natural que combina lagunas y cuevas

El ecoturismo y el turismo de aventura son prácticas que han ganado su espacio en República Dominicana, especialmente en época de verano, cuando el calor invita a romper la rutina de la ciudad.

El ecoturismo y el turismo de aventura son prácticas que han ganado su espacio en República Dominicana, especialmente en época de verano, cuando el calor invita a romper la rutina de la ciudad.El país, rico en atractivos naturales, cuenta con uno muy particular; se trata de la laguna El Dudú, ubicada justo en medio de una cueva que se encuentra en el distrito municipal Cabrera, en la provincia María Trinidad Sánchez. El espacio, en donde está la laguna, cuenta con varias cuevas y otras dos lagunas menores que llaman la atención de sus visitantes. Estas lagunas contienen el 90 % del agua sea dulce y el 10 % salada.

“Dudú realmente es un cenote, que surgió del hundimiento de una cueva subterránea”, explicó Gerald Alberti Martínez, encargado de grupo del encantador lugar. Es de propiedad privada y se encuentra dentro de una finca, que con el tiempo fue adquiriendo forma con la creación de jardines, hamacas, escaleras, canchas, restaurantes, áreas de juegos y otras facilidades, como el camino de acceso para sus visitantes.

De acuerdo con el encargado de grupo de la laguna, el área es propiedad de Martín y Felicia Martínez, quienes heredaron esos terrenos de sus padres, por lo que fue declarada como “área protegida privada”. Este lugar, que en la actualidad es administrado por un tour operador, comenzó a ser explotado entre los años 1992 y 1995, por el alemán Horst Julius, especialmente para la práctica de espeleobuceo (actividad que se centra en la exploración de cavernas subacuáticas), quien exploró su túnel principal, de algunos 80 metros y que en la actualidad lleva su nombre. “El Dudú se está explotando desde el año 1992, lo que pasa es que estaba más dirigido al turismo de buceo. En el 1998 fue surgiendo como destino de un circuito de varios hoteles de Puerto Plata y fueron requiriendo que se le fuera dando forma, porque al principio el camino era muy rústico”, explicó Martínez.

Atractivos

Para tener acceso al lugar solo hay que pagar 150 pesos por persona, lo que incluye los saltos desde un zipline o tirolesa al centro de la laguna. Los niños menores de siete años tienen entrada gratis.

El zipline cuenta con una altura de 10 metros y una profundidad de 72 pies en sus partes más profunda. No importa que usted no sepa nadar, de igual forma puede vivir la emoción que produce saltar al vacío desde la cuerda, sin embargo, si tiene alguna discapacidad podrá disfrutar de un frío baño en sus aguas azul turquesa.

Para lanzarse de zipline existen algunas reglas de seguridad que deben ser cumplidas de manera obligatoria, como utilizar chaleco salvavidas, sujetarse bien a los puños del mismo, permanecer recto “como un lápiz”, y soltarse al centro, donde marca el triángulo. Si ha consumido bebidas alcohólicas, no se recomienda que lo practique. El bañista no corre peligro si se suelta antes o después, debido que todo lo que le rodea es agua.

La administración del Dudú no permite que niños menores de ocho años realicen el salto, y en la boletería los visitantes son orientados en cuanto a las reglas y límites para el mismo. Esto no significa que los menores no pueden disfrutar de un rico baño, para eso está el Pozo de los Caballos, que tiene conexión directa con la laguna, y es de poca profundidad.

El Dudú es una laguna bastante segura, cada persona que allí labora como asistente de los visitantes está certificada por la escuela de buceo, ya que en el lugar se trabaja de la mano con el mercado extranjero, que vela por la buena calidad del servicio prestado. La Policía Turística (Politur) también se encuentra presente en el área de la laguna para brindar seguridad y mantener el orden en el lugar, que recibe más de 800 visitantes, especialmente los fines de semana. El lugar está disponible para recibir visitantes de lunes a domingo, en horario de 8:00 de la mañana a 5:00 de la tarde.

Práctica de espeleobuceo

Otro de los atractivos con los que cuenta El Dudú es que se pude practicar el espeleobuceo, en un recorrido que va desde un lago natural a otro lago, atravesando increíbles cuevas subterráneas. “El buceo mayormente lo hacen desde la Laguna Dudú hacia la cueva pequeña, llamada Horst. La laguna atraviesa dos túneles de 80 metros de distancia, aunque sus características son diferentes”, dijo. Aunque para practicar este deporte no se cobra, sí se debe pagar una cuota al servicio de buceo, que está a cargo de algunas empresas autorizadas. Sin embargo, no todo el que quiera puede bucear en Dudú, las personas a las que se les permite esta práctica son aquellas que acuden con sus respectivas escuelas. En el área donde se localiza El Dudú, también se puede encontrar diferentes cuevas, entre ellas la Cueva Taína, compuesta en su interior por estalactitas y estalagmitas. En las paredes se puede observar arte rupestre.

Para mantener la higiene y esplendor del lugar, el área es evaluada constantemente por los ministerios de Turismo, de Medio Ambiente y Salud Pública. Estas instituciones estandarizan los procesos de cada actividad que allí se realiza. En El Dudú está prohibido podar los árboles, lanzar basura en el suelo o sus alrededores, el uso de químicos, hacer camping, fogatas, entre otras restricciones. “Salud Pública viene a supervisar las aguas, porque eso depende de la administración, que se mantenga limpio y usar los zafacones adecuados”, informó el guía.

Su nombre: Sobre el origen de su nombre hay varias versiones, una de ellas se remonta a 100 años atrás, y es que en principio el lugar era una finca y para mantener a los niños alejados del lugar, por considerarlo peligroso, le decían que ahí estaba “Dudú”, una especie del famoso “Cuco”. “Identificaban a Dudú como un indio que vivía en esa zona. En los alrededores de la laguna existen cavernas donde se presume que habitaron indígenas”, ilustró Alberti Martínez.

Posted in Edición Impresa, EstiloEtiquetas

Más de edicion-impresa

Más leídas de edicion-impresa

Las Más leídas