Santiago. A casi ocho meses al frente del ayuntamiento municipal, el alcalde Abel Martínez ha tenido choques con varios sectores de la ciudad que se resisten a aceptar medidas con las que busca “imponer orden”. Durante este período ha enfrentado a vendedores, carretilleros, a los que colocan publicidad en las calles, a dueños de negocios, a religiosos que predican en plazas y ocupantes de terrenos, entre otros. Aunque en su mayoría ha sido por no cumplir con las normas y violentar procedimientos, las críticas a estas acciones se enfocan en la forma violenta que en algunos casos han utilizados algunos seguidores del alcalde, sobre todo los policías municipales. Uno de los conflictos más recientes se produjo cuando un policía municipal identificado como Michael García, le produjo una herida de bala a un vendedor en el mercado de pulgas de El Ingenio.
Conflictos
Pero a esta persona que estaba para imponer el orden se le ocupó un arma ilegal de alto calibre por lo que ahora está preso y será procesado por ello y por la acusación que le hacen familiares de la persona afectada. El pasado 19 del mes de marzo, un hombre fue arrestado por varios policías municipales mientras predicaba usando un megáfono en el parque Duarte de esta ciudad. El aparataje de este apresamiento fue grabado por un ciudadano que se hallaba en el lugar y colgado en la red de Facebook, lo que provocó indignación de varios sectores.
Anterior a esto hubo una manifestación violenta en contra de la alcaldía por la prohibición que se hizo a carretilleros a desplazarse por las calles del centro histórico, ya que entorpecían la circulación de vehículos. Sin embargo, hay una gran parte de la población está contenta con el cambio que ha experimentado la ciudad en materia de higiene y el rescate de algunos espacios que fueron escenario del caos y el desorden.
Muchos favorecen el manejo del alcalde
El alcalde peledeísta Abel Martínez encontró un tránsito caótico, mercados extendidos sin control, aceras ocupadas por casetas, carretilleros que colmaban la ciudad y muchos otros, lo que ha puesto a prueba la prudencia para llegar a entendimiento con los representantes de cada uno de estos sectores que se resisten a dejar las áreas de las que prácticamente se adueñaron.
