¿Cómo puede la alimentación promover la salud y prevenir la enfermedad?

Através de los alimentos obtenemos los nutrientes con los cuales nuestro organismo satisface las necesidades de energía para llevar a cabo todos los procesos vitales; el crecimiento y mantenimiento de las estructuras, así como los mecanismos de…

Através de los alimentos obtenemos los nutrientes con los cuales nuestro organismo satisface las necesidades de energía para llevar a cabo todos los procesos vitales; el crecimiento y mantenimiento de las estructuras, así como los mecanismos de regulación y soporte.

Esa es la visión clásica de la nutrición, pero dentro del llamado “nuevo enfoque” hoy se sabe que los alimentos no son simples elementos nutricionales, sino de prevención de la enfermedad y promoción de la salud.

“Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”, dijo Hipócrates, en la Antigua Grecia, y el avance del conocimiento científico en materia nutricional le da más que nunca la razón.

Desde hace mucho tiempo es sabido que un estado nutricional deficiente está asociado a mayor riesgo de enfermedades infecciosas (si no hay “papeo” somos más vulnerables a las enfermedades causadas por microorganismos patógenos como bacterias, virus, parásitos y hongos).

Pero actualmente se sabe que una nutrición inadecuada está asociada con mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas no infecciosas (enfermedades cardíacas, infartos, cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes).

Porque, aunque parezca lo contrario, el sobrepeso y la obesidad están asociados a nutrición deficiente. Estar “gordo y colorao”, no es sinónimo de buena salud, aunque tampoco lo sería estar flaco si el peso está por debajo de los parámetros saludables para el individuo conforme su edad y talla.

Se plantea entonces cómo debemos comer para una mejor salud. Hay muchas guías propuestas, pero en general los principios básicos son : Aumentar el consumo de frutas, legumbres y frutos secos; consumir grasas insaturadas; sustituir los cereales refinados por cereales enteros; limitar el consumo de azúcar y sal; beber alcohol con moderación o evitarlo; mantener un peso adecuado. Aunque la relativamente nueva ciencia de la nutrición posee fundamentos firmes y muchos aspectos han sido investigados meticulosamente, como resaltan los profesores Biesalki y Grimm, también es cierto que está en continuo desarrollo y por eso, conceptos ayer ciertos hoy han sido desmontados por los nuevos avances.

Esto puede llevar al público a desconcierto o confusión, por lo que es importante discriminar que la información provenga de especialistas en nutrición y esté basada en la evidencia científica.

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