Mercados de pulgas y alcaldes

Los mercados de pulgas  y los buhoneros son el dolor de cabeza de los alcaldes de ahora y de los síndicos de antes. Esas versiones del comercio informal, ocasional y errante, también son el tormento de los residentes de las zonas alrededor de las&#8230

Los mercados de pulgas  y los buhoneros son el dolor de cabeza de los alcaldes de ahora y de los síndicos de antes. Esas versiones del comercio informal, ocasional y errante, también son el tormento de los residentes de las zonas alrededor de las cuales se asientan, y tormento de Gobiernos municipales, especialmente de los del Gran Santo Domingo y Santiago, quienes los tienen como dice el vulgo “más arriba del mono”. No es que sean como el caballo de Atila que donde pisaba no crecía ni la yerba, pero de que ensucian, desorganizan, arrabalizan y entorpecen el tránsito no hay dudas. Lo difícil es qué hacer con esa comunidad de “padres de familias”. ¿Un mal necesario?

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