El cigarro hecho a mano: una obra de arte comercial

Cuando se habla de un producto que representa a la República Dominicana a nivel internacional, necesariamente hay que mencionar el cigarro hecho a mano.

Cuando se habla de un producto que representa a la República Dominicana a nivel internacional, necesariamente hay que mencionar el cigarro hecho a mano.De ese producto en el año 2016 se exportaron 231 millones 898,292 unidades, provenientes de diversas empresas de zonas francas, especialmente ubicadas en la zona norte del país. Pero también salieron de la parte este, así como del Gran Santo Domingo (Distrito Nacional y provincia Santo Domingo).

Entre los mercados receptores de los cigarros figuran Estados Unidos, seguido de Suiza, España, Holanda, Alemania, Bélgica y otros. Elaborar un cigarro a mano es una verdadera obra de arte que implica esfuerzo y dedicación. Y eso lo saben las 69 empresas del renglón Tabaco y Derivados (en general) que están presentes en el sector Zona Franca dominicano, de acuerdo con el Informe Estadístico del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE) de 2015. Significa que cuando se realice el “corte” de cierre de 2016 es probable que haya una mayor cantidad de empresas, tomando en cuenta la tendencia seguida.

En 2014 la cantidad de empresas de tabaco y derivados era de 64, para una participación del 10.4% dentro de las empresas de zonas francas operando en el país. Al cierre de 2015 la participación subió al 11%, con 69 empresas.

La elaboración del tabaco a mano puede durar entre cinco y siete años, de acuerdo con explicaciones de algunos entendidos en la materia, porque primero hay que envejecer las hojas de tres a cinco años y, una vez se hacen los cigarros se ponen a envejecer de seis meses a dos años. “El cigarro mientras más viejo es mejor”, dice Genero García, un cultivador de tabaco que también fuma cigarros.

En el proceso de elaboración de un puro o cigarro se mezclan hasta tres tipos de tripas (las hojas de tabaco que componen la parte interna) y se envuelven en una hoja llamada capote.

La confección del cigarro toma unos dos minutos, pero se requiere de habilidad para el prensado a mano. A las personas que hacen los cigarros se les denomina tabaqueros en este país; en otras naciones como Cuba les llaman torcedores. El resultado de cada liga de tripas da un sabor diferente al cigarro.

En el país hay centros de entrenamiento donde se enseña a hacer manualmente el cigarro.

La primera parte del cigarro se denomina empuño, porque se empuña el tabaco en las manos. El empuño luego pasa a un molde y después a un proceso de prensado por unas dos horas. Luego de dos horas el cigarro está más compacto.

El tabaco de puro, originario de América, crece en cantidades significativas en zonas tropicales de México, Cuba, República Dominicana, Honduras, Brasil, Nicaragua, Venezuela, y también en las islas Canarias (España), Ecuador, Camerún e Indonesia.

De acuerdo con datos obtenidos de La Tabacalera, vía su página web, las tripas, tanto para cigarros mecanizados como para cigarros hechos a mano, deben ser protegidas de la luz y almacenadas en condiciones adecuadas de humedad y temperatura. Entre las empresas que en República Dominicana elaboran cigarros a mano figuran: Zona Franca Industrial Santiago, Zona Franca Industrial de La Romana, Zona Franca Jobo Industrial, Zona Franca Santiago-Navarrete, Zona Franca Industrial La Palma, Parque Tecnológico de Santiago, Zona Franca Industrial SAG, Zona Franca Industrial de Villa Mella, Nueva Zona Franca Industrial de San Pedro de Macorís, Zona Franca Industrial Emimar y Parque Industrial Los Rieles.

Un ciclo de cosecha que dura hasta cuarenta días

También participan de la actividad la Zona Franca Palmar Abajo, Zona Franca Industrial Limonal, Zona Franca Industrial Tamboril y Zona Franca Industrial Palmarejo, según el CNZFE.

La Tabacalera, en su página web, explica que el ciclo de cosecha del tabaco dura aproximadamente cuarenta días. El proceso es lento y debe ser hecho con sumo cuidado, de tal manera que solo dos o tres hojas son recolectadas cada seis o siete días, hasta que todas han sido cosechadas desde los cinco niveles de las hojas.

Ensartado, cortado y el proceso de añejamiento

“Las plantas de tabaco cosechadas son llevadas a un cobertizo para dejarlas secar de manera natural. Las hojas son ensartadas manualmente en agujas, aproximadamente 50 pares de hojas en cada listón. También son cortadas pero conservando parte del tallo. Este corte se denomina corte a mancuerna”, indica La Tabacalera, detallando paso a paso cómo se hace todo, desde el proceso de recolección de la materia prima hasta la culminación del producto final, incluida la parte correspondiente al añejamiento.

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