La mora judicial puede bien ser catalogada como una de las peores injusticias que desde la justicia se cometen en perjuicio de quienes están esperando la definición de un caso en poder de los tribunales.
Justicia tardía equivale a justicia denegada, dice una máxima judicial que bien puede ser asumida como un principio jurídico, por el mensaje que entraña, en un escenario como el dominicano, donde los tribunales, en las jurisdicciones penales, civiles y laborales están repletos de expedientes pendientes de fallos.
En materia penal la situación es más crítica porque se trata de decidir la culpabilidad o no de personas acusadas de crímenes y delitos, las que con un fallo pueden cambiar su estatus de preso preventivo a reo bajo condena, o a recobrar su libertad. Ese es el caso de la mayoría de los aproximadamente 24,700 presos que hay en las diferentes cárceles del país, pues en promedio el 80% está en condición de presos preventivos.
En los casos en los que hay pendiente de ventilar en los tribunales especiales cuestiones que, como una demanda en desalojo, una litis por la propiedad de una empresa, un terreno o inversión, se necesita de un servicio judicial ágil, pero la lentitud se convierte en un factor de atraso y hasta en una retranca para la inversión.
El anuncio hecho el pasado sábado por el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán, de que durante el año que inicia su gestión se enfocará en implementar en un período de dos años un Plan Nacional de Descongestión de los Tribunales, es un anuncio de extrema importancia.
En el discurso que pronunció en ocasión de la celebración del Día del Poder Judicial, el máximo funcionario de ese poder informó que ha instruido a los departamentos judiciales del país para que realicen un levantamiento de la situación de la mora judicial.
El presidente de la SCJ declaró el cursante 2017 como el año del combate a la mora judicial, una anómala situación que según la visión del magistrado Germán Mejía, tiene causas multifactoriales, entre ellas la falta de personal auxiliar para los jueces, carencia de equipos tecnológicos, el espíritu litigioso que se ha interiorizado en el sistema judicial, entre otras.
Conocidas las causas, hay que apoyar la decisión tomada de enfrentar la mora judicial, para esperar un servicio judicial oportuno. l
