Republicanos enfrentan a Obama

Washington. Al prestar juramento los nuevos legisladores en las próximas horas, se iniciará una agresiva campaña de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes y el Senado para deshacer los ocho años de medidas demócratas…

Washington. Al prestar juramento los nuevos legisladores en las próximas horas, se iniciará una agresiva campaña de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes y el Senado para deshacer los ocho años de medidas demócratas del presidente Barack Obama.

El primer blanco, y a la vez el más grande, es la ley de atención de salud, que los republicanos buscan hacer trizas y a la que consideran una de las causas principales de la mediocre recuperación económica. Pero los republicanos también apuntarán sus cañones a programas sociales que benefician a millones de estadounidenses desde hace décadas, como el sistema jubilatorio y el Medicare (asistencia médica para los ancianos).

“Tenemos mucho que hacer… y mucho que deshacer”, dijo el presidente del bloque republicano, Kevin McCarthy, en una carta a sus correligionarios.

Obama prevé visitar el Congreso el miércoles para reunirse con los bloques demócratas y discutir una estrategia para salvar la ley de salud. El vicepresidente electo Mike Pence se reunirá con los republicanos.

Marcha atrás

Por exigencia del presidente electo Donald Trump, los republicanos de la Cámara de Representantes dieron marcha atrás y cancelaron el martes sus planes de dejar sin funciones una comisión independiente que vigila la ética legislativa en el Congreso.
El vertiginoso cambio de decisión tuvo lugar en la primera sesión del 115vo Congreso, una ocasión normalmente caracterizada por la pompa ceremonial bajo la cúpula del Capitolio.

Sin embargo, los representantes republicanos se encontraron bajo fuego no sólo de los demócratas, sino del futuro mandatario, por haber decidido el lunes de manera sigilosa neutralizar la Oficina de Ética del Congreso —que es autónoma— y ponerla bajo control de los legisladores.

Los líderes del Partido Republicano maniobraron con rapidez para contener los daños y horas después de que Trump criticara en un tuit la prioridad que se había dado a esa medida, convocaron una sesión de emergencia de representantes de esa fuerza política para aprobar la cancelación de los cambios.

El episodio, que sucedió antes del inicio de sesiones del nuevo Congreso y de la juramentación de legisladores, ilustra la influencia que Trump podría tener sobre su partido en Washington, donde tendrá la mayoría en ambas cámaras por primera vez en una década. “De todo el trabajo que tiene que hacer el Congreso, ¿en verdad tienen que convertir en su primer acto y prioridad la debilitación de la Comisión Independiente de Vigilancia Ética, por injusta que esta pueda ser?”, preguntó Trump en un tuit el martes en la mañana. 

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