José Rafael De Moya R., presidente de la Cámara Forestal Dominicana (CFD), reclamó este lunes la atención e intervención del Estado Dominicano ante la presencia y ataque severo que sufre una parte importante de los bosques naturales y plantados en varias provincias del país.
De Moya R. se refirió principalmente a bosques y plantados de zonas productoras de Pinus occidentalis y caribaea atacados por el barrenador de la corteza de pino, Ips calligraphus.
“La situación es alarmante y requiere de que el Estado enfrente con seriedad el problema y declare el combate de esta plaga como una ‘prioridad nacional’ si queremos librarnos de una catástrofe en nuestros bosques”, indicó el agrónomo.
Dijo que las regiones más impactadas por el ataque se concentran en La Celestina, San José de Las Matas, Restauración, Jarabacoa, Constanza y en el municipio de Jánico.
Explicó mediante un comunicado el Ips calligraphus, es el insecto taladrador de la corteza que ataca específicamente los bosques de Pino y es el responsable de la mortalidad masiva de pinares en distintos países donde existe esta especie. Se desarrolla en condiciones donde existe madera muerta abandonada y su reproducción se incrementa en situaciones extremas, especialmente después de fuertes períodos de sequías, (como en el que aún experimentamos), incendios forestales y/o después de devastadoras tormentas.
“Los ataques son más severos cuando estas condiciones coinciden con suelos pobres y degradados”, señaló De Moya.
Indicó, además, que los primeros informes de ataques severos de Ips en la República Dominicana se reportaron en La Sierra, San José de Las Matas, en el 1984; en estudios realizados por el ingeniero forestal Bertil Kastberg, de Swedforest y José Elías González, en el que reportaron que en ese momento el ataque de Ips, sólo se registraba en el bosque adulto de pino en las zonas bajas, de suelos pobres, de altas temperaturas, específicamente en las zonas alrededor de la comunidad Los Fogones y El Pinal, del Proyecto Forestal La Celestina.
“Sin embargo, hoy están confirmadas fuertes afecciones de Ips en regiones altas donde las temperaturas son más frías, como Juncalito, San José de Las Matas, Restauración, atacando no sólo el bosque maduro de Pinus occidentalis o pino criollo, sino también el bosque joven y en desarrollo de Pinus caribaea o pino extranjero indistintamente”,agregó.
“Quiero indicar que esto no es una novedad para el Ministerio de Medio Ambiente, las autoridades conocen el problema pero no lo han enfrentado con firmeza aún, no se aplican ni se facilitan las medidas de saneamiento que se requieren con agilidad; y la plaga continua en avance y constitye una veradera amenaza para los bosques de pino de la República Dominicana”, indicó.
De Moya señaló que “el gorgogo del pino siempre ha existido en los bosques del país, pero el nivel de su población y ataque nunca había sido como en los últimos meses, por tanto, reiteró que se requieren medidas especiales y urgentes y llamó a las autoridades del Ministerio para que se proceda de manera definitiva con la aprobación de los saneamientos que reposan en sus escritorios y podamos controlar el avance de la plaga”.
“Sabemos lo que hay que hacer, existe un ‘Protocolo’ recomendado por expertos nacionales e internacionales y definido por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales para proceder con los saneamientos. El protocolo incluye: que se identifiquen los lugares donde hay ataques del insecto, que se coloquen trampas con feromonas para atraer los insectos, identificación y corte de los árboles afectados (no importa si la copa se ve verde, si el árbol tiene un ataque masivo en pocos días morirá), descortezar los árboles cortados y quema inmediata de la corteza con los insectos y aprovechamiento y uso de la madera resultante. El proceso deberá concluir con la plantación o reforestación del lugar, nuevamente en la siguiente temporada de lluvia”; puntualizó el presidente de la Cámara Forestal Dominicana.
Las autoridades de la Cámara Forestal Dominicana y los productores forestales que tienen afectados sus bosques, se comprometen por su parte a asumir la aplicación de las medidas sanitarias recomendadas por los especialistas; y garantizan la reposición y reforestación de las áreas afectadas, una vez que las autoridades procedan con la salida de las autorizaciones requeridas.
