INTRODUCCIÓN

A veces los acontecimientos se pueden quedar sólo en el pasado, sin una proyección consciente y planificada de cara al futuro.  Los podemos, entonces, recoger en una crónica, relatando dichos y hechos en torno a ellos.

Ciertamente que de la caminata “Un Paso por mi Familia”, tenida el domingo 25 de noviembre, en las cabeceras de las once diócesis del país, en otras de sus ciudades y en comunidades dominicanas del exterior como Nueva York, se hicieron innumerables reseñas y crónicas en los medios nacionales y extranjeros de comunicación.  Aquí, como una muestra de ellas, voy a recoger la crónica hecha por la Agencia noticiosa internacional Zenit.

También creo conveniente publicar, “in extenso”, en este artículo, el “Documento final”, dado a conocer al terminar dicha caminata, en la cual se reafirma y proclama una serie de valores, se hacen unas propuestas y se asumen unos compromisos de cara al futuro, pretendiendo con ello dar continuidad a lo largo del tiempo en los dichos y hechos recogidos en “la crónica”. Helos aquí:

1. Crónica

SANTO DOMINGO, miércoles 28 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Benedicto XVI envió el pasado domingo 25 de noviembre un comunicado a la República Dominicana donde felicitó a los organizadores de la caminata “Un paso por mi familia”, invitándoles a fortalecer cada día más su compromiso de testimoniar públicamente la fe en la familia y fraternidad. Con el fin de que puedan mostrar la importancia que tiene la unidad entre padres e hijos para la vida de fe y para el bien de la sociedad.

El Pontífice encomendó a Nuestra Señora de la Altagracia, patrona del país caribeño, esta devota manifestación, e impartió su bendición apostólica a los participantes. Esta caminata organizada por la Comisión Nacional de Pastoral Familiar, se llevó a cabo simultáneamente en las once diócesis del país, sobrepasando las expectativas. A propósito de ella, el Cardenal López Rodríguez afirmó: “Tenemos en el ambiente general de nuestro amado país señales que nos dicen que se ha perdido el sentido de cohesión familiar, abundan los divorcios, y más porque muchos matrimonios no se han fundamentado sobre bases sólidas, sobre el amor y la verdad auténticos”.

“Estamos alarmados por una ola de violencia irracional, por una perversa e injustificada serie de crímenes específicamente contra la mujer. Nos duele en lo más íntimo de nuestro corazón ver a tantas hermanas nuestras vulgarmente asesinadas de manera salvaje, despiadada y sin la menor señal de compasión. Nuestro país no puede seguir por esta vía, las autoridades policiales y judiciales están obligadas a investigar exhaustivamente no sólo los crímenes sino también las señales de violencia que son el preludio de los mismos. También hay que exhortar a quienes son víctimas de estas inéditas formas de barbarie que vayan observando la conducta de sus montaraces concubinos para prevenir dolorosos desenlaces”.

“Sé que varias instituciones, comenzando por algunas universidades han anunciado programas de prevención, ayuda y acompañamiento a mujeres que se sienten acosadas y amenazadas por sus compañeros. Me consta, además, que el despacho de la primera dama de la República tiene el propósito de acudir en ayuda de aquellas mujeres que están en mayor riesgo y obviamente de otras muchas que deben prevenir situaciones extremas. Apoyamos decididamente todas esas iniciativas”.

“Lo cierto es mis queridos hermanos y hermanas, que no podemos continuar indiferentes ante el cuadro desgarrador que estamos presenciando. Suscribo responsablemente la campaña Tolerancia Cero frente a la violencia contra la mujer. Esto hay que pararlo de cualquier manera”.

“Considero necesario que se insista en la adecuada preparación de los novios para acceder al matrimonio, indicando tener muy buenas experiencias en el país de movimientos y grupos que ofrecen sus servicios pero necesitan más apoyo de las parroquias. Sin una buena preparación y un paciente acompañamiento de las parejas es imposible que haya matrimonios estables, suponiendo, además, que haya habido una buena elección de la propia pareja y, algo fundamental, el matrimonio auténticamente cristiano no se da sin la vivencia de la propia fe. Pretender llevar un matrimonio adelante viviendo de espaldas a la fe, es mera utopía. La pareja que decida vivir cristianamente su matrimonio tiene que asumir con seriedad su compromiso cristiano y si no está dispuesta a eso es preferible que no asuma esa tremenda responsabilidad”, expresó el presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Familiar.

El presidente de los obispos dominicanos estuvo acompañado durante la caminata por la vicepresidenta de la República Margarita Cedeño de Fernández y la primera dama Cándida Montilla de Medina. Al finalizar el evento fue leído el documento final de la caminata: “Un paso por mi familia”.

2. Documento final

Noviembre, declarado Mes de la Familia desde el año 1971, es una ocasión propicia para resaltar y valorar la familia en la República Dominicana que, como dice nuestra Constitución Nacional, “es el fundamento de la sociedad y el espacio básico para el desarrollo integral de las personas. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla” (Art. 55).
Al finalizar esta caminata, “Un paso por mi familia”, emitimos esta declaración sobre la familia en la que reafirmamos los grandes valores familiares, hacemos unas propuestas concretas a favor de nuestras familias y nos comprometemos a vivir como verdaderas familias cristianas.

I. Reafirmamos que la familia debe ser la gran protagonista de las políticas públicas del Estado. Al mismo tiempo, como Iglesia, Proclamamos los grandes e insustituibles valores propios de la familia cristiana como son:

• La unidad y la indisolubilidad del matrimonio contraído por un hombre y una mujer. • El amor conyugal, el amor paternal y maternal, el amor filial, y el amor fraterno como fundamento del hogar. • La paternidad y maternidad responsable. • La fe y el amor a Dios con sus expresiones y vivencias familiares. • El respeto mutuo en todo momento y en toda circunstancia. • El valor de la vida desde su concepción hasta su muerte natural. • La comunicación, el diálogo, la reconciliación y el perdón. • El sentido de pertenencia. • La comunidad de bienes en colaboración mutua.• La disciplina familiar. • La presencia del padre y de la madre en la casa.

II. Ante la realidad actual de las familias en el país proponemos:

1- La creación del Ministerio de la Familia que coordine, articule e integre todas las políticas públicas relativas a todos los miembros de la familia como son: Consejo Nacional para la Niñez (Conani), el Ministerio de la Juventud, el Departamento de Protección de la Vejez del Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de la Mujer, el Consejo Nacional de los Discapacitados (Conadis) y otras iniciativas del sector público.

2- Establecer como requisito para contraer matrimonio civil o religioso que las parejas realicen un curso reparatorio al mismo.

3- Implementación de la educación sexual integral basada en valores éticos y morales tanto en las familias como en las escuelas que conduzca a una sana afectividad.

4- Revisar y limitar el porte y tenencia de armas de fuego mediante una seria y real evaluación sicológica, médica y técnica para la aprobación de los permisos.
5-Crear una red de Centros de Asistencia Familiar a las familias con dificultades de convivencia, que contribuyan a proteger a las víctimas de la violencia, especialmente, a las mujeres, niños y niñas.

6- Involucrar a los Medios de Comunicación Social en la formación de familias sanas evitando divulgar todo lo que provoque desintegración familiar, violencia y antivalores.

7- Crear centros especializados para terapias de niños y niñas huérfanos traumatizados, sobre todo aquellos que han perdido a sus padres o madres como efecto de la violencia intrafamiliar.

8- Garantizar las fuentes de trabajo a las familias de parte del Estado y del sector privado para asegurar el sustento diario, la educación, la vivienda y un ambiente sano que permita la convivencia armónica en equidad y solidaridad.

9- Integrar más a los padres, madres y tutores en la educación de sus hijos tanto en el hogar como en los centros educativos.

10- Fortalecer la fe, el amor y la esperanza en la vida familiar traducida en una conducta digna de los hijos de Dios, en el cultivo de la oración y la vivencia sacramental, iluminada por la Palabra de Dios.

III. Como familias cristianas nos comprometemos:

1- A reunirnos en familia al menos una vez a la semana para dialogar, orar juntos, comer juntos y divertirnos juntos.

2- A establecer unas normas de convivencia familiar claras y consensuadas en nuestro hogar.

3- Como padres y madres de familias asumimos nuestra responsabilidad respecto a nuestros hijos en cuanto a sus amistades, sus horarios, sus salidas, sus actividades y su uso de los medios y redes sociales.

4- Como hijos e hijas estamos dispuestos a obedecer y honrar a nuestros padres y madres, a crear unas relaciones fraternas y a cooperar en el desarrollo de nuestra familia.

5- A formarnos más y más a través de cursos, retiros, reuniones y talleres de formación humana y cristiana que nos ayude a crecer en la vivencia de nuestra misión familiar.

6- A participar como familia en la Eucaristía dominical y en otras experiencias que nos ofrece la Iglesia, convencidos de que “Familia que reza unida permanece unida”.

CONCLUSIÓN

CERTIFICO que he transcrito literalmente en mi artículo “Crónica y documento final” la reseña de la Agencia Internacional Zenit acerca de la Caminata “Un paso por mi familia”, tenida el 25 de noviembre 2012 en la República Dominicana, y la declaración hecha pública al concluir la misma.

DOY FE en Santiago de los Caballeros, a los 29 días del mes de noviembre del año del Señor  dos mil doce (2012). l

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